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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
8
Serie de TV. Drama Serie de TV (2007-2015). 7 temporadas. 92 episodios. Aclamada serie dramática que narra los comienzos de una de las más prestigiosas agencias de publicidad de los años sesenta, y centrada en uno de los más misteriosos ejecutivos de la firma, Donald Draper, un hombre con un gran talento. "Mad Men" es la mirada a los hombres que dieron forma a las esperanzas y sueños diarios de los americanos de la época. En 1960 la publicidad era ... [+]
23 de abril de 2012
27 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Matthew Weiner, creador, cerebro y autor de la serie, la define como una gran ‘mega-movie’ y sencillamente los aires narrativos divagan entre la soap opera estilizada por absoluto glamour y humeada con cientos de sudorosos cigarrillos. Pero esa consciencia de culebrón laboral y personal e incluso su tentativa por el melodrama y Douglas Sirk quedan soterradas por las declaraciones e intenciones del propio Weiner. Su fuente real de inspiración fue más kubrickiana y cercana a “Les bonnes femmes” de Claude Chabrol. En esa película, como musa poliédrica del creador de la serie, los problemas de los personajes eran proporcional y aparentemente diminutos, pero existía en la misma una tensión hitchcokiana cercana al policiaco desde una aproximación realista. Realmente “Mad Men” nos habla de la tensión dramática de lo cotidiano en un ‘novedoso’ contexto histórico-social-laboral.

La serie recrea con notables libretos, recursos de guión brillantes y magníficos personajes el alejamiento que existe entre las grandes esperanzas personales y las pasibles decepciones que repica la realidad diaria. Cuánto más se distancian ambas premisas, más queda destruida el alma de la persona. “Mad Men” es la tensión de la simple y liviana realidad, personal y laboral, de almas torturadas que deben vivir dobles vidas y retener sus secretos entre la condena de la sociedad de la época. Ya hemos visto esos recursos de estilizar la simpleza de la vida haciéndola tentadora y atractiva para los espectadores. Lo hizo Alan Ball tiempo atrás con la imprescindible “A dos metros bajo tierra” donde las tramas eran tan sencillas y cercanas a los espectadores dentro de sus propias realidades, pero el guión las diseccionaba con una precisión narrativa irrepetible y sobrecogedora.

Los personajes parecen convertirse en la mentira que pretender encarnar para cubrir los numerosos vacíos que tan sólo les provocan infelicidad. Lo que son es formado por los cambios que viven en su propio alrededor, de que el contexto erosiona y moldea a las personas. Realmente esas oficinas, estilismo y decoración humana no han cambiado en nuestros días. Los techos son los mismos y el propio creador remarca el guiño en el piloto con una mosca atrapada en el interior de un gran halógeno. Tal vez el abuso de picados sea apartarnos de esa visión igualitaria de nuestra perspectiva actual y centrarnos en esas tres generaciones de hombres, mujeres y secretarias atrapados en mundo corporativo. Lo interesante de “Mad Men” es que parece rodada en la propia época que retrata, como si la misma serie propusiera una impuesta autocensura con ejemplo de fineza, sutiliza y estilismo eludiendo lo explícito. Don Draper es el producto, nosotros, su agradecida audiencia.
Maldito Bastardo
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