Media votos
5,8
Votos
2.538
Críticas
132
Listas
3
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de hate:
10
8,0
26.353
Western
Un grupo de veteranos atracadores de bancos que viven al margen de la ley y que actúan en la frontera entre los Estados Unidos y México, se ven acorralados a la vez por unos cazadores de recompensas y por el ejército mexicano. (FILMAFFINITY)
31 de marzo de 2020
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film emblemático, dirigido por Sam Peckinpah en 1969, suponía su tercer western, después de los académicos "Duelo en la alta sierra" (1962) y "Mayor Dundee" (1965). Rodada en un pueblecito de México, es considerado el primer y auténtico western crepuscular, tanto por la época en la que se ambienta (1913) como por los acontecimientos que se relatan: el uniforme de los soldados americanos ya no es azul, es marrón que será el usado en la IGM, ametralladora, coche motorizado (incluso alguno dice haber visto "uno de esos con alas") que anuncian la llegada de una nueva época y el ocaso del antiguo Oeste.
Western fronterizo y revisionista, tanto por la estética como por el revolucionario montaje. La primera escena contiene más de 300 planos, uno por segundo, un montaje rapidisimo en el que se incluye la cámara lenta y el ralentí, para el que fue necesario más tiempo que para el propio rodaje. Junto con "El acorazado Potemkin" (Eisenstein, 1925) marca un antes y un después en el montaje cinematográfico.
Un reparto en estado de gracia, en el que William Holden, a pesar de no querer dejarse bigote (postizo, obligado por Peckinpah) ni ser el primer ni segundo candidato (Lee Marvin, Gregory Peck, Burt Lancaster o James Stewart fueron propuestos) borda el personaje en la mejor interpretación de su carrera. A destacar también el papel de Edmond O'brien, sólo tres años mayor que Holden (53 años) pero caracterizado y con una forma artrítica de andar que parece 20 años mayor. Pese a todo, la película no triunfó en su año, en el que, en su género, se llevaron los reconocimientos y premios "Dos hombres y un destino", de la que Peckinpah tomó el nombre (la banda de Butch Cassidy y Sundance Kid se llamaba "The Wild Bunch/Grupo Salvaje") y "Valor de ley" por la que John Wayne ganó el único Oscar de su carrera y que, por cierto, renegaba de la de Peckinpah ("Se ha cargado el mito del Oeste")
Western fronterizo y revisionista, tanto por la estética como por el revolucionario montaje. La primera escena contiene más de 300 planos, uno por segundo, un montaje rapidisimo en el que se incluye la cámara lenta y el ralentí, para el que fue necesario más tiempo que para el propio rodaje. Junto con "El acorazado Potemkin" (Eisenstein, 1925) marca un antes y un después en el montaje cinematográfico.
Un reparto en estado de gracia, en el que William Holden, a pesar de no querer dejarse bigote (postizo, obligado por Peckinpah) ni ser el primer ni segundo candidato (Lee Marvin, Gregory Peck, Burt Lancaster o James Stewart fueron propuestos) borda el personaje en la mejor interpretación de su carrera. A destacar también el papel de Edmond O'brien, sólo tres años mayor que Holden (53 años) pero caracterizado y con una forma artrítica de andar que parece 20 años mayor. Pese a todo, la película no triunfó en su año, en el que, en su género, se llevaron los reconocimientos y premios "Dos hombres y un destino", de la que Peckinpah tomó el nombre (la banda de Butch Cassidy y Sundance Kid se llamaba "The Wild Bunch/Grupo Salvaje") y "Valor de ley" por la que John Wayne ganó el único Oscar de su carrera y que, por cierto, renegaba de la de Peckinpah ("Se ha cargado el mito del Oeste")
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Película fascinante, legendaria y mítica, que siriviéndose las raíces del western clásico (A Howard Hawks no le gustaba, "mientras muere un personaje a cámara lenta, yo mato a cinco) rompe con sus esquemas, inspirado en las nuevas corrientes (spagetthi western, Leone). Los personajes no son recomendables, no serán propuestos a ciudadanos del año, pero desprenden un aura de leyenda, dignidad y solidaridad (el grupo siempre junto). Es el equivalente moderno a la Iliada, poema épico y melancólico. Narra historias de amistad en la que el pasado siempre vuelve a través de flashbacks, que son las heridas abiertas de los protagonistas, de maldiciones, de violencia, de sangre, de frontera y de pasión. Apoyado en una inmensa fotografía (recomendable verla en pantalla grande), que realza su realismo (sentimos como si nos pegan un tiro) que será habitual de aquí en adelante y que nos dejan la cara descompuesta (tiroteo final).
Sin embargo, a pesar de la violencia, la risa es la que convoca al grupo, los funde en la unidad (genial Borgnine). La risa nos diferencia del resto de animales; somos hombres porque reímos. Comienza con los niños matando al escorpión (Buñuel) y acaba con un grupo de adultos riéndose como niños. Enfatiza en la crueldad de los niños, cambiando la imagen que hasta entonces nos transmitía el cine de ellos. Violenta pero romántica, los personajes no saben hacer otra cosa desde jóvenes. Humaniza a los malvados y dota de un sentido moral a la violencia: uno de los suyos está siendo torturado y van a morir con él (causa justa como en las Termópilas) en un memorable paseo hacia la muerte.
Introduce elementos anticpaitalistas: el ferrocarril es la causa de todos los males y los cazarecompensas son mostrados como seres odiosos, y muestra simpatía hacia los revolucionarios mexicanos, quienes también luchan por una justa causa (conservar sus tierras). En fin, una película maravillosa que no me canso de ver.
10/10.
Sin embargo, a pesar de la violencia, la risa es la que convoca al grupo, los funde en la unidad (genial Borgnine). La risa nos diferencia del resto de animales; somos hombres porque reímos. Comienza con los niños matando al escorpión (Buñuel) y acaba con un grupo de adultos riéndose como niños. Enfatiza en la crueldad de los niños, cambiando la imagen que hasta entonces nos transmitía el cine de ellos. Violenta pero romántica, los personajes no saben hacer otra cosa desde jóvenes. Humaniza a los malvados y dota de un sentido moral a la violencia: uno de los suyos está siendo torturado y van a morir con él (causa justa como en las Termópilas) en un memorable paseo hacia la muerte.
Introduce elementos anticpaitalistas: el ferrocarril es la causa de todos los males y los cazarecompensas son mostrados como seres odiosos, y muestra simpatía hacia los revolucionarios mexicanos, quienes también luchan por una justa causa (conservar sus tierras). En fin, una película maravillosa que no me canso de ver.
10/10.