Las black sitcom, o series de negros (o de afroamericanos para los tiquismiquis) son ya un clásico de la American TV (y por ende, de la Spanish TV), y constituyen un genero por si mismo. Desde las pintorescas Arnold y Webster (con personas adultas con problemas de crecimiento haciendo de niños), hasta la ñoñeria de El show de Bill Cosby o Cosas de casa, pasando por la brillante (aunque con un humor algo simple) El príncipe de Bel Air, todas han tenido su publico y una más que aceptable aceptación en España.

Es por eso que me sorprende aun más el escaso éxito que ha tenido una serie tan divertida como Todo el mundo odia a Chris. Quiero pensar que fue debido a la escasa promoción que le dio Cuatro, que además nunca supo muy bien que hacer con ella y ahora mismo tiene en emisión a las tantas de la madrugada. Basada en supuestas experiencias biográficas de el cómico Chris Rock (creador, productor y narrador) y ambientada en el Brooklyn de los años 80, la serie funciona por lo pintoresco e insólito de personajes y situaciones. A pesar de que Chris es el único negro de su instituto, la serie no va por la senda de la denuncia racial, y se basa en un humor más bien negro y absurdo, y unas historias realmente divertidas, y que muchas veces rozan el puro surrealismo. Una serie realmente buena, extrañamente no muy conocida, y que sin duda mereció mejor suerte por aquí.