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Francia Francia · Hendaia
Voto de Klaketa:
8
Drama Magalis, Ignacio, Vivian, Miguelito y Santo son algunos de los personajes que pueblan "Barrio Cuba". Seres que buscan su pedazo de felicidad en La Habana. Seres que apuran la vida, que se rebelan contra un destino incierto y se empeñan una y otra vez en encontrar una salida. La realidad les golpea, pero ellos nunca pierden la esperanza de un futuro mejor, de recuperar un amor, de conseguirlo, de superarse... "Barrio Cuba" es una ... [+]
30 de agosto de 2007
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Barrio Cuba, segunda entrega de la trilogía del pueblo que el cineasta cubano Humberto Solás comenzara hace seis años con "Miel para Oshún", se trata de una coproducción hispano-cubana hecha con escasos recursos materiales que vienen de sobra compensados por un trabajo cimentado en la honestidad de lo personal, y edificado entorno a un acertado aunque a veces extremo e inconexo guión, cuyo mayor éxito sea quizás su impactante realismo.

Desde un barrio de los arrabales de esa otra ciudad de la Habana que se agazapa celosa de sus intimidades a los ojos del turista ávido de ron, sol y son, los cubanos se debaten en una lucha cuerpo a cuerpo por sobrevivir y medrar en un escenario hostil lleno de mugre y escombros donde la revolución no es más que un telón de fondo de color sepia como parece querer susurrarnos la propia fotografía.

Y así, Humberto Solás, abanderado de lo que el mismo ha venido en llamar "cine pobre" en el marco de un proyecto resuelto gracias a la solidaridad desinteresada de actores y músicos, nos desgrana con gran frescura y soltura el afán de sus personajes por realizarse y progresar hacia un mundo más feliz en lo personal manteniendo en lo alto la antorcha de una esperanza en una situación que sólo invita al desaliento.

Trascendiendo todo el misticismo estereotipado sobre la Cuba colorista, rumbera y promiscua que nos venden los tour-operadores, sin afanes reduccionistas o concluyentes, sin ahondar directamente en cuestiones políticas pero sin rehuirlas, H. Solás nos presenta el día a día trágico del sentir de un pueblo brioso a través de una historia más plural que coral, donde se manifestarán con extrema naturalidad todas las contradicciones de temas tan manidos, actuales o recurrentes como el amor o el desamor, los conflictos generacionales, la delincuencia, la soledad, la muerte, la homosexualidad o la emigración interna y externa hacia un mundo más prospero.

Se trata de una historia de sentimientos y emociones surgida del corazón y hecha hacia adentro que sin embargo peca de cierta pretenciosidad ejemplarizante y representativa en su reivindicación soterrada de los valores patrios o la unidad y solidaridad de la familia.

Igualmente las críticas de diferentes realidades sociales (machismo, racismo,…), lo son siempre sabiamente atemperadas, cuidando en no poner en ningún caso en tela de juicio el propio sistema que siempre le ha protegido y le permite esta mesurada disidencia cómplice. Pero no por ello ni por el recurso más bien fácil hacia cierta sensiblería efectista deja de ser una producción sincera que emociona a intervalos.

En definitiva, una crónica social testimonial sincera pero que no por lo subjetiva deja de ser tan fehaciente como lo pudieran ser muchas otras expuestas en clave diferente. Una pieza más, meritoria e imprescindible, para completar el mosaico de este país tan complejo y profuso en contradicciones, orgulloso pero esclavo de su propia utopía.
Klaketa
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