Maravilla del séptimo arte, una historia hermosa, unos personajes reales y un Burt Lancaster fantástico, dando vida a un magnate en las nubes. Amor, fantasía y una fotografía de escándalo, acompañan a una historia que no dejara indiferente. A mi personalmente me traslado hasta escocia lugar donde trascurre el film, y durante casi dos horas me contagio del optimismo y del buen rollo que trasmite la película, es agradable ver como todavía se hacen buenas películas, lejos de las superproducciones y el glamour de la meca del cine. Para todo aquel que quiera reconciliarse con el ser humano esta es su película. El protagonista es una especie de quijote moderno, que se resiste a despertar de su aburrida vida, la cual lo absorbe y no lo deja descubrir las pequeñas cosas de la vida, las que al final son las que cuentan de verdad. El personaje del viejo huraño que vive en la playa esta construido con tanto amor que cada frase, cada mirada es perfecta. El personaje del psiquiatra es para morirse de la risa un autentico freak.