Poco puedo añadir a lo que han escrito otros compañeros, pero francamente, tras verla quiero dejar mi pequeña huella.

Soy fan del cine de artes marciales, sobre todo del de Van Damme (sin olvidar al maestro Bruce Lee) aunque soy consciente de la calidad de sus producciones. Pese a todo, a mi gusto, creo que una de sus primeras películas, Contacto sangriento, es de las mejores del género, pero si por ejemplo comparamos Contacto sangriento con la aquí presente y obviando la distancia en el tiempo, Warrior es a todos los niveles muy superior.

El cine de artes marciales de los 80 eran casi todas, copias las unas de las otras, carentes de originalidad pero con una fórmula que funcionaba hasta que dejaron de hacerlo y pasaron de moda (salvo Jackie Chan que se resiste al paso del tiempo). Aun así la actualidad nos ha dejado alguna producción interesante como Dragón, la vida de Bruce Lee, la más que notable y actual Karate Kid, Ong Bak (sobre todo por la calidad de los combates), Thai Dragon y su impresionante plano secuencia del edificio, Tigre y Dragón, la regular Puños de asfalto, alguna de Jet Li como Romeo debe morir o la actual que repite fórmula de los 80, Rompiendo las reglas, pero ninguna de ellas llega a profundizar lo que Warrior.

Como fan del género tal vez le podría criticar a Warrior más duración en los combates, pero se le perdona, porque tiene una historia de superación tan acertada, unas coreografías, un ritmo, una realización y unas interpretaciones tan buenas, que pocas películas de artes marciales se le acercan.

En conclusión, película que ni de lejos sólo gustará los fans del género, es una película indicada para todo aquel que disfrute del buen cine.