Ayer noche tuvimos la oportunidad de acudir al preestreno de esta película que se emitía en los multicines Monopol de Las Palmas debido al 9º Festival Internacional del Cine. Los pronósticos sobre la cinta eran bastante desconcertantes ya que hablamos de un remake que el mismo director (Michael Haneke) se ha atrevido a florecer sólo nueve años después, pero esta vez, al más puro estilo americano.
El filme fue presentado por el director del festival, quien comentó que desde que la Warner les ofreció el preestreno europeo para el festival, no lo dudó dos veces. Se sinceró diciendo que esta versión no la había visto aún y que espera a todo el público que lo pasara muy bien, cosa que el veía poco probable debido a que estabamos hablando de una película muy violenta, pese a aquellas palabras el director admitió que la versión anterior le había fascinado y por ello la había visto ¡¡14 veces!!
Aquellas palabras afectaron de modo directo a una serie de espectadores y decidieron abandonar la sala sin aún haberse oscurecido.

Pensé algo de exageración en las palabras del director pero... no en vano, estaba en lo cierto, la película es bastante dura y cruel, bastante cruel diría, aunque tiene algo que al menos a mí, enamorado de los thriller, del suspense y los altibajos me fascina. Cierto es, que no es el mejor ejemplo tal como está la sociedad hoy en día, y ya bastantes psicópatas hay en este mundo para encima darles aún más ideas.
Juzguen ustedes mismos, eso sí, abstenerse personas frágiles, que en la sala se fueron unos cuantos antes, durante y como no después del largo.
Saludos.