Thriller desgraciadamente basado en hechos reales. Ocurre en los años 80. Es la historia de un asesino en serie de prostitutas en Alaska y de cómo un agente de policia se las ve y se las desea para poder aportar la prueba definitiva que caze por fin a ese despojo de la humanidad.

Caemos en la cuenta de que pasen los años que pasen, hay cosas que nunca cambian: lo oscuros que pueden llegar a ser los rincones ocultos del hombre y, paradójicamente, lo difícil que resulta juzgar a este tipo de calaña humana, debido quizá, a un absoluto fallo del sistema judicial-policial.

Visto el argumento y el reparto con Nicolas Cage (aunque últimamente no muy acertado en sus papeles) y John Cusack, se podría esperar una película intensa y activa dentro del enrevesado juego del ratón y el gato entre asesino y policia encarnados,a priori, por dos buenos actores.
Pero, desgraciadamente, no es así. Falta gancho al guión y a las actuaciones:
-Al guión: porque carece totalmente de subidas y bajadas en lo que se refiere al hecho de tener que detener a toda costa a un asesino en serie. Es todo muy lineal.
-A las actuaciones: porque tanto uno como otro, actúan sin fuerza, por inercia, como si todo estuviera hecho.

No vale la pena el saber del sufrimiento de aquellas chicas por ver esta película bastante mal llevada. Ahórrate el disgusto (en todos los sentidos).