Una cinta no necesita tener un tópico complicado para llegarte bien al fondo. No tiene que tener grandes magnitudes ni exageraciones de la vida.

Zhang Yang parece saberlo a la perfección.

En estos tiempos modernos estamos sobrecargados de lujos y excentricidades en cuanto a cine se refiere. Vemos hombres de metal, doppelgangers, líos psicológicos, extraterrestres... ¡Ah! un gran etcétera. Es por ello, que, al menos en mi caso, cuando se cruza una película ligera, simple y que se siente real, en verdad se encaja.

La ducha es así, completamente. Usualmente no toco primero el tópico del guión o de las actuaciones, pero esta vez es especial. Creo que es una historia magnífica, porque es simplemente hermosa, literal ¡Simplemente! porque se siente como una historia que podría pasarle a cualquiera, porque se siente real pero no de manera cruda, si no, realmente real.

¿Estaré dando muchas vueltas?

Y para que una película se sienta así, para que en serio despierte emociones humanas que te descoloquen y logren hacerte olvidar que lo que ves es una película se necesita más nada que actores con verdadero talento. Los de este filme lo tiene de manera sobrada ¡Qué uno se cree todo!.

La música fue excelente, fluía suavemente, debe ser ese curioso elemento chino: armonía. Para esas cosas, para crear música así, que parezca agua calma, se necesita tener algo muy suave. Investigué un poco sobre Ye Xiao Gang, compositor de la música de la película, escuché algunas piezas de él. Me di cuenta que tiene ese tacto de seda del que hablo ¡Bien!.

Paso ahora a mi tema favorito: La ambientación. Para mi una película cuyos "aires" son lo suficientemente buenos como para hacerte sentir en el lugar ¡Pero en serio sentir!, es ya una buena película. Pues venga, La ducha lo ha logrado, porque no era perfecta, porque el paisaje se veía cotidiano, porque tenía elementos de tradiciones únicas de ellos, sencillamente ¡Me encantó!.

Lo cual significa que la fotografía fue idónea desde mi perspectiva.

Ah, me la estoy currando demasiado con esta crítica, pero es que en verdad quiero que quede claro y bien externado cuan he disfrutado la película, emocional y sensacionalmente hablando. No solo una película considerada mala merece muchos párrafos, pero le cortaré de una vez.

El epítome de mi crítica es fácil: Me fascino. La vería de nuevo. La vería con mi madre. La vería sola. Es una pedazo de película y si quieres seguir viviendo en paz ¡Tienes que verla!.