La verdad es que me he llevado una gran sorpresa porque no parece italiana.
La producción está bastante conseguida, tiene recursos y es realista, con unos efectos muy logrados y más de una escena original. En ningún momento se nota artificial o cutre.
La dirección demuestra una buena técnica, no sólo no es vulgar sino que es realmente interesantes en la composición, en la fotografía, en la perspectiva, etc. Despliega además una dirección de actores bastante efectiva, en la que se asienta parte de la calidad de la película. A lo que hay que añadir el ritmo tan intenso que imprime; que no nos deja ni descansar.
La historia es interesante y está muy bien desarrollada. Aunque el planteamiento sea el típico, la lucha del bien contra el mal, va saltando de una trama a otra de tal forma que siempre aparece algo nuevo, que mantiene la intriga y el suspense a toda costa y que, en definitiva, resulta atractiva.
Los protagonistas, muy bien dirigidos, están impecables en sus respectivos papeles. Especialmente "el malo" que lo borda; casi no tiene nada que envidiar al Joker de Nicholson, sólo casi y con perdón.