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España España · Granada
Voto de Kikivall:
6
Drama Christine (Catherine Frot) es una sintecho que vive en París. Una noche de invierno encuentra a Suli (Mahamadou Yaffa), un niño eritreo de 8 años, sollozando frente a su refugio y que no habla francés. Unidos por sus condición de marginales, ambos se embarcarán en un viaje emocional para intentar encontrar en París a la madre del niño. (FILMAFFINITY)
1 de mayo de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Claus Drexel es un director de origen alemán afincado en Francia, que en 2013 realizó el documental “En el borde del mundo” (“Au bord du monde”), donde personas sin refugio ocupan aceras, puentes y pasillos de metro, un documento sobre la pobreza, una aproximación a un país en el que viven personas a las que apenas se les reconoce la dignidad, los “sin techo”.

Esta película dramática franco-belga se inspira en uno de los personajes femeninos del documental referido y Drexel vuelve a la intemperie de la urbe francesa para hablar de la inmigración y de los desheredados, con unas imágenes invernales que hielan el cuerpo y el espíritu.

Tiene planos desoladores rodados en los campamentos de emigrantes que han ido proliferando como hongos bajo los puentes de la Ciudad de las Luces, lo cual contrasta con el glamur de la superficie.

Christine (Catherine Frot, veterana del cine y el teatro) hace de mujer indigente que malvive en un subterráneo de la Ile de France próximo al Sena; una señora sexagenaria destruida físicamente y psíquicamente, con un pasado traumático y que vive deambulando por la ciudad.

Siendo invierno y de noche se encuentra a Suli (Yaffa: extraordinaria fotogenia), un niño eritreo de 8 años solo y perdido, aterido y aterrorizado, con una carta de expulsión para su desaparecida madre y sin saber una palabra de francés. Dos seres unidos por su condición de marginales, tejida por una mujer amorosa que lo acoge finalmente para buscar a la madre del pequeño antes que sea deportada.

El film es interpretado con entrega y pasión por Catherine Frot cuyos ojos expresan la enorme angustia, desaliento y temor que se amontona después de malvivir en situación de desamparo. El pequeño maliense que da la réplica a la Frot en el personaje de Suli es Mahamadou Yaffa, un niño de enorme expresividad.

Tiene una trama humana y humanista basada en la tragedia de los simpapeles. Drexel dice haberse inspirado en la realidad de esos marginados que habitan las calles parisinas. Por fortuna Drexel sabe eludir el exceso de sentimentalismo o las tentaciones de hacer demagogia.

Tiene el film la gestualidad del cine mudo y recuerda al mítico un Charlot en “El chico” (1920), siempre mirando la figura de la madre accidental que también recuerda a una cinta de 1980 de John Cassavetes titulada “Gloria” que vi hace añares.

La película tiene un aire cándido, lo cual le impide voluntariamente o no al director, abordar la sangrante temática desde una perspectiva más vigorosa y afilada. O sea, la miseria y la indigencia se exponen de forma contenida, pero frente a ella la gente se da la vuelta para no verla, porque esa pobreza forastera incomoda y molesta.

Película que saca partido a esa ciudad cumbre que es París, sus puentes, calles, el río Sena o la catedral. La cámara fluye en una cinta sin muchos diálogos, casi muda, más bien centrada en las acciones y en las miradas de los personajes. Film interesante, apacible, aleccionador y de denuncia pero sin estridencia.
Kikivall
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