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España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Drama. Comedia Berlín, octubre de 1989. Unos días antes de la caída del Muro, la madre de Alex, una mujer orgullosa de sus ideas comunistas, entra en coma. Cuando despierta ocho meses después, su hijo hará lo posible y lo imposible para que no se entere de que está viviendo en una Alemania reunificada y capitalista. Su objetivo es convertir el apartamento familiar en una isla anclada en el pasado, una especie de museo del socialismo en el que su madre ... [+]
7 de marzo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película se sitúa en el Berlín de 1989, a pocos días de que caiga el Muro. Justo cuando la madre de Alex, a la sazón una mujer orgullosa de su pasión por el comunismo, entregada en cuerpo y alma a la causa, en esos mismos días entró en coma por un accidente cerebro vascular.
Película plan parodia, con cómicas y delicadas escenas del amor de un hijo, hacia su añorante madre, hace agradable y tierno el film, sin restar su carga de sátira, el retrato de la realidad de un mundo que cayó hecho pedazos en pocas horas, dejando a un lado a convencidos o nostálgicos del pasado, como su pobre madre.
La película está magistralmente dirigida por Wolfgang Becker, que construye una caricatura cordial de la época y del contexto de aquel Berlín recién reconvertido e invadido de curiosos occidentales. Becker logra continuas situaciones cómicas que contrastan con otras llenas de emoción, y al mismo tiempo, se permite criticar y mostrarnos las taras de ambos sistemas: el capitalista y el comunista, aunque a éste último le da más tralla. Todo ello con altas dosis de sátira. Por eso es admirable el gran guión del propio Becker junto a Bernd Lichtenberg, un guión cargado de chispa y encanto. Buena música de Yann Tiersen y una excelente fotografía, nítida y que sigue con la cámara a sus hiperkinéticos personajes, de Martin Kukula: gran uso de la música y el color. Buen montaje y puesta en escena, igualmente.
El reparto no puede ser mejor, destacando la interpretación genial y convincente de Daniel Brühl, a quien acompañan magistralmente Katrin Saß, Chulpan Khamatova, Maria Simon, Jürgen Vogel, Michael Gwisdek, y otros actores de reparto de gran calidad.
La película no es un tratado sociológico o político sobre la caída del muro o de los comunismos, tampoco pretende hacer un análisis histórico en profundidad. El film es ante todo una comedia entretenida y original, que aporta una visión amable pero también creíble de un fragmento de realidad, que toma su fuerza de un guión y una idea brillante. Una historia que cuenta cómo evolucionan sus protagonistas, los cambios y alternativas que se abren con el advenimiento de la democracia y el libre mercado. Una visión también respetuosa para con los antiguos habitantes de la República Democrática Alemana.
En resolución: recomendable, prodigiosa, entretenida, humana y llena de una sana y sincera emoción. Recuerdo a nuestro escritor Francisco Umbral, que decía que la guerra civil española, e incluso la postguerra, a pesar de lo mala que objetivamente había sido para España, impregnó no obstante los espíritus jóvenes de quienes lo eran en aquellos entonces, de quienes la vivieron en su momento; y que por eso él, y otros, recordaban aquella época como un tiempo feliz. No por las circunstancias en sí, sino porque en ellas eran mozos y de corazón alborozado. Algo que en ocasiones no se tiene en cuenta a la hora de abordar la Historia. Pues eso.
Kikivall
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