Adelanto que las películas de ámbito cerrado, aquí todo en un avión, no me suelen convencer porque necesitan estirar el guión con peripecias no siempre creíbles para llenar la hora y media. AquÍ también pasa.
Y otra cosa, no queda nada clara la motivación de los malos. Un lío de mensajes de móviles que llegan a cansar. Liam Neeson bien,, pero algo talludito para estas lides.
Y otra cosa aún. En estas películas de avión en peligro solo cabe un final. ¿Se imaginan otro? Así pase lo que pase se adivina el final desde el principio.