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Voto de VALDEMAR:
54.327
Aventuras. Romance
Siglo XII, Europa entera está inmersa en las Cruzadas para recuperar la Tierra Santa. Godofredo de Ibelin (Liam Neeson), caballero respetado por el rey de Jerusalén y comprometido con el mantenimiento de la paz en la región, emprende la búsqueda de su hijo ilegítimo Balian (Orlando Bloom), joven herrero francés que llora la pérdida de su mujer y su hijo. Godofredo convence a su hijo para que lo acompañe en su misión. Tras la muerte de ... [+]
15 de octubre de 2012
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
MALPARIDAS PRODUCCIONES, en colaboración con MERCADILLO FILMS, presentan:
Una de Moros y Cristianos, por Ridley Scott.
Yo no sé si he visto la versión extendida o la contraída. Lo que yo he visto es un churro, consistente en:
-Innumerables secuencias al relentí (lo que me lleva a pensar que es la versión extendida)
-Horripilantes montajes digitales por doquier.
-Un festín de frases lapidarias, como para lapidar a quien las haya escrito.
-Un actor protagonista que no muda el gesto en los 140 minutos que dura la función (lo que me lleva a re-pensar que la versión es extendida o, cuanto menos, extensa)
-Una realización tan inepta, que clama al cielo.
Sea cual sea la versión, produce aversión.
Tras visionar esta infame pachanga de gestas medievales, firmada por tan eminente realizador, y aunque no venga a cuento de nada, sólo me queda exclamar: ¡Dios bendiga a Juego de Tronos!
Una de Moros y Cristianos, por Ridley Scott.
Yo no sé si he visto la versión extendida o la contraída. Lo que yo he visto es un churro, consistente en:
-Innumerables secuencias al relentí (lo que me lleva a pensar que es la versión extendida)
-Horripilantes montajes digitales por doquier.
-Un festín de frases lapidarias, como para lapidar a quien las haya escrito.
-Un actor protagonista que no muda el gesto en los 140 minutos que dura la función (lo que me lleva a re-pensar que la versión es extendida o, cuanto menos, extensa)
-Una realización tan inepta, que clama al cielo.
Sea cual sea la versión, produce aversión.
Tras visionar esta infame pachanga de gestas medievales, firmada por tan eminente realizador, y aunque no venga a cuento de nada, sólo me queda exclamar: ¡Dios bendiga a Juego de Tronos!
