Durante los primeros minutos la película me pareción literalmente infumable, experiencia que no hacía sino recrear una anterior en que desistí de su "visionado" a poco de andar ese camino. Pero hice un esfuerzo importante para ver si en la progresión del film había, precisamente, algún progreso, y debo decir que admitiendo limitaciones la película empezó a tener otro color con el desarrollo de los poderes inimaginables del canino que, convenientemente ataviado con una capita, vuela entre los altos rascacielos al mejor estilo súperman. Entonces, opino que puede desdoblarse en distintos aspectos, uno esencialmente pedorro -o por lo menos muy infantil- en los primeros tramos, y otro de más acción después. De modo que creo que, adoptando una actitud de empatía hacia el público de menor edad, probablemente sea una película hasta divertida en algunos momentos. Ciertamente, no se la recomendaría a ningún filósofo ni intelectual de alto vuelo. 5,25