Y es que con los tiempos que corren, debe reconocerse la valentía de Bidegain, que lejos de caer en la indulgencia hacia el Islam y la equidistancia, retrata una realidad muy concreta: la de los jóvenes europeos que, ya sea por culpa del amor o por internet (o las dos cosas a la vez) caen en las redes del islamismo más radical y en muchos casos acaban en África o Asia, ya sea vivos o inmolándose en un atentado, en ciertos casos otra vez en Europa. El usuario nbs le casca un 1 a la película y titula su crítica "Islamofobia". Muy bien, esa actitud, la de negar la realidad y no querer hablar alto, es la que luego lleva a que cuando en Francia decapitan a un profesor por mostrar caricaturas de Mahoma, luego no se quiere renombrar al instituto en su honor.

Cinematográficamente hablando, la película es valiosa por el aire a western moderno, los homenajes a la inmarcesible "Centauros del desierto", la fotografía, los silencios y el uso de las elipsis, bastante elegantes y que saltan bastante en el tiempo, ya que la búsqueda de la hija supera la década (1994-2008). de hecho aparte del cambio físico de los protagonistas nos vamos enterando de las fechas por las dolorosas noticias en la tele (11-S en NY, 11-M en Madrid, 7-J en Londres) en un duro viaje hacia el final de las fuerzas físicas, mentales y emocionales.

Eso sí, me desconcertó la tranquilidad y aparente indiferencia de la madre frente al desgraciado e impulsivo padre.