Esta extraordinaria película es un clásico entre las creaciones del cine ,todos sus actores son unos genios ,entre ellos destacan John Wayne y Thomas Mitchell.
Se puede decir que abarca todos los géneros desde el western, pasando por comedia, thriller, aventuras, drama, suspense, etc.
Lo normal, siendo de John Ford, el divino borracho irlandés, y que Orson Welles hizo de ella la plataforma de su Ciudadano Kane. Es una de las mejores películas de todos los tiempos. Habría que revisar la gran obra que hizo durante tosa su trayectoria profesional ese gran actor de reparto que fue Thomas Mitchell, que llena la pantalla en todas las películas donde interviene, Lo que el viento se llevó, Caballero sin espada, Las llaves del reino y, entre otras, Que bello es vivir. En esta obra maestra de John Ford, se convierte en uno de los personajes más humanos, más tiernos y entrañables que he podido ver en el cine, contando por supuesto con ese magnífico Andy Levine que tambíen se merece un lugar en nustros recuerdos de tardes de cine y su magnífica frase: Oh! Carly, yo no quiero votar.