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Voto de El Extranjero :
5
5,1
547
Drama. Romance. Intriga
Arlis Sweeny lleva una vida tan sencilla y monótona como las llanuras de su Texas natal. Su trabajo lo obliga a viajar de pueblo en pueblo, pasando de un amor a otro. Kay Davis, huyendo de un matrimonio roto, vive también en la carretera, pero no sabe a dónde va; sólo está segura de que el próximo lugar será siempre mejor que el anterior. El destino los une y les hace compartir el futuro; pero, de repente, el padre de Arlis irrumpe en ... [+]
22 de enero de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia está bien, pero la segunda hora se alarga en exceso, la veo demasiado lenta y no me gusta como acaba. Quaid acostumbra a interpretar a tipos carismáticos y aquí parece que tiene parálisis facial. Me repatea la cobardía de su personaje, su falta de decisión, cuando al principio parecía un tipo duro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Conclusiones.
-El trauma crea inaccesibilidad emocional.
-La vida sin la muerte es como si no tuviera sentido, la destrucción es casi una necesidad, una obsesión, tiene que estar presente. A Caan no le parecía importar tanto que le delatasen, solo quería acabar lo que empezó, esa idea lo persigue y no le da sosiego, es una fijación, una cuenta pendiente que él mismo se ha inventado, para entretenerse diría yo.
Road movie deprimente, en la que la soledad, el alcohol, el tabaco, las carreteras en medio del desierto poco transitadas y los personajes amorales constituyen un paisaje triste y evocador. Meg Ryan (como bien se apunta aquí está mejor que en esas sucesiones de situaciones artificiales embarazosas que algunos llaman comedias románticas) es estúpida y sufridora, pero a Quaid le hubiera hecho feliz. Paltrow es aún demasiado joven y a pesar de la turgencia de su pecho aquí se ve hasta repulsiva con esa arrogancia adolescente. Por 1992, James Caan era sospechoso de haber tenido algo que ver con la caída de un hombre desde la ventana de un décimo piso. Viendo esta película, no sería de extrañar. Un personaje cruel, manipulador y carente de escrúpulos, al que la grave voz de Juan Antonio Gálvez una vez más vuelve a hacer atractivo para el público hispanohablante.
-El trauma crea inaccesibilidad emocional.
-La vida sin la muerte es como si no tuviera sentido, la destrucción es casi una necesidad, una obsesión, tiene que estar presente. A Caan no le parecía importar tanto que le delatasen, solo quería acabar lo que empezó, esa idea lo persigue y no le da sosiego, es una fijación, una cuenta pendiente que él mismo se ha inventado, para entretenerse diría yo.
Road movie deprimente, en la que la soledad, el alcohol, el tabaco, las carreteras en medio del desierto poco transitadas y los personajes amorales constituyen un paisaje triste y evocador. Meg Ryan (como bien se apunta aquí está mejor que en esas sucesiones de situaciones artificiales embarazosas que algunos llaman comedias románticas) es estúpida y sufridora, pero a Quaid le hubiera hecho feliz. Paltrow es aún demasiado joven y a pesar de la turgencia de su pecho aquí se ve hasta repulsiva con esa arrogancia adolescente. Por 1992, James Caan era sospechoso de haber tenido algo que ver con la caída de un hombre desde la ventana de un décimo piso. Viendo esta película, no sería de extrañar. Un personaje cruel, manipulador y carente de escrúpulos, al que la grave voz de Juan Antonio Gálvez una vez más vuelve a hacer atractivo para el público hispanohablante.