Un gran sorpresa ha sido esta cinta española que capta muy bien la esencia del terror de los años 60 que se esforzaba en crear suspense sin mostrar mucha sangre. Aparte de ser una adelantada su tiempo por tratarse de un slasher, creo que fue atrevida por mostrar esa tensión sexual y erotismo, la psicología de unas niñas que a su edad piensan en sexo y eso está mal visto. Todo esto cobra más sentido en el contexto de la dictadura con la represión, a las chicas se las interna con la intención de "corregirlas" y vemos como la directora en todo momento deja claro a su hijo que ellas no son mujeres de verdad. Por tanto, las que no quieren ser corregidas acaban...bueno ya se sabe. El final ha sido la guinda del pastel, la secuencia que convierte a una película en obra de culto y la distingue de las demás. La parte técnica y actuaciones son muy buenas, en especial la de Lili Palmer.