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España España · Málaga
Voto de Kaori:
8
Drama. Romance Inglaterra, siglo XIX. Dos hermanas completamente distintas: una, pura razón y sentido común (Emma Thompson); la otra, pura sensibilidad y pasión (Kate Winslet), se enfrentan al amor y a las adversidades de la vida. Al morir su padre, deben abandonar su hogar, que pasa a manos de un hermanastro, hijo del primer matrimonio de su padre. Se mudan al campo y, allí, tendrán experiencias amorosas que producirán en ellas un cambio profundo. (FILMAFFINITY) [+]
18 de octubre de 2014
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Queda demostrado que partiendo de libros mediocres pueden hacerse grandes versiones cinematográficas. Sé que me pegarán los defensores de Austen, pero seré sincera aunque me fusilen en el intento: la novela «Sentido y sensibilidad» es un librito pesado y sin emoción alguna.

Sin embargo, puede llegar un talento que lo lea, vea el potencial y lo adapte a guión de cine, mejorando así la obra original. Es el caso de esta «Sentido y sensibilidad» de 1995 dirigida por Ang Lee a las órdenes de Emma Thompson. Y digo a las órdenes porque es Thompson la verdadera creadora de esta película, desde la primera línea que emborronó hasta el último fotograma. Su interpretación como la sensata Elinor es sobresaliente, es desmesuradamente buena, avasalladora desde un punto de vista sentimental sin necesidad de ir dando pena por las esquinas, no como su hermana Marianne, personaje al que, pese a lo espléndida que es Winslet, siempre le he tenido un poco de ojeriza. Lo desagradable de ella no es que sea una irresponsable y una loca, sino que carece de dignidad y, lo que es peor, le hace unos desprecios a mi querido Coronel Brandon que son imperdonables. El resultado es una relación que a mi me repatea. Alan Rickman no es guapo, eso lo sabemos, pero es perfecto en todo lo demás, con una elegancia y cortesías británicas que embellecen las escenas y, por supuesto, su propia persona. Hugh Grant completa el cuarteto interpretativo y aunque sale muy poco, lo que sale lo borda.

«Sentido y sensibilidad» vendría a retratar dos tipos de personalidades y, por lo tanto, de relaciones amorosas. Las fantasías románticas exaltadas, irracionales y superficiales terminan siendo aplastadas por el amor puro, hondo y férreo de quien sueña con los pies sobre la tierra. Ahora bien, el amor más apasionado y verdadero no tiene por qué ir reñido con una mente sosegada, así que no creo, y la película me da la razón, que exista la contraposición que nos advierten en el título. El sentido común de Elinor engarza sin problemas con su extrema sensibilidad, y de ahí que su historia con el señor Ferrars sea la realmente romántica y emocionante, con escenón incluido donde las palabras se quedan cortas y solo el llanto desbordado puede expresar tanto, tantísimo amor. Una de las mejores escenas románticas que podremos ver nunca.

Además, está todo narrado con delicadeza y un buen toque de humor. Preciosa.
Kaori
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