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España España · Málaga
Voto de Kaori:
5
Thriller. Intriga Danny Ocean (George Clooney) y su banda preparan un ambicioso y arriesgado plan para robar un casino. Su único objetivo, en este caso, es defender a uno de los suyos, que ha sido engañado por Willy Bank (Al Pacino), el despiadado dueño del casino. (FILMAFFINITY)
1 de febrero de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de un análisis detallado de la tercera entrega sobre las peripecias de la banda de Danny Ocean, he descubierto datos de lo más interesantes. Atención.

Tras seis años transcurridos desde la primera a la tercera película, George Clooney no pierde porte, no pierde atractivo, no pierde encanto y no pierde juventud. Si observamos sus rasgos, nos percataremos asombrados y admirados que está igual en la saga; y, es más, sigue estándolo a día de hoy con más de cincuenta años. Ante evidencias tan esclarecedoras sólo podemos llegar a una conclusión posible: sí, efectivamente, George Clooney es «un inmortal».

«Ocean’s Thirteen» también ha arrojado luz sobre un hecho que levantaba acalorados debates entre las féminas, pero cuya solución ha sido esclarecida por fin: a Brad Pitt le queda mejor el cabello corto y peinado-despeinado, que el pelo rapado, tal y como lo llevaba en anteriores entregas. He de dejar constancia de que una pequeña minoría de mujeres no está de acuerdo con este dato. Es mi crítica, así que mala suerte.

Dejar de ver a Julia Roberts besando a George Clooney es una inmensa alegría para toda la humanidad. En cambio, se echa mucho de menos a la atractiva Catherine Zeta-Jones, que tiene glamour y estilo para llenar todo el metraje. Lástima. Además, la sinceridad del estudio me obliga a decir que la nariz no cuela, Linus, no cuela, hombre.

Se aprecia en esta tercera parte que Andy García, quien siempre ha sido muy apuesto, no puede seguir el ritmo de sus compañeros y la edad empieza a hacer mella en él. Sea como sea, es un lujo cada aparición suya, así como de Al Pacino, que por una vez desde hace mucho tiempo no se interpreta a sí mismo. Gracias, Al. De todos modos, creo curioso resaltar el hecho de que se encuentren de nuevo frente a frente el «viejo Padrino» y el «nuevo Padrino». Bueno, a mí sí me resulta curioso, oye.

Por último, se confirma que Soderbergh es un guasón de cuidado, y que nadie, absolutamente nadie del proyecto, se toma en serio nada. Nosotros, como es lógico, tampoco, así que hagan juego, señores, que todos salimos ganando.
Kaori
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