Una fábula maravillosa y llena de encanto, Henry Selick y Tim Burton nos han transportado a un mundo carismático y peculiar, con una banda sonora que brilla por si sola, como todos los personajes que en ella se encuentran. En este mundo extraño, se puede llegar a apreciar el trabajo que ha llevado ser creada esta cinta y se llega a apreciar la historia original, las canciones creadas por el magnífico Danny Elfman. Una auténtica joya maravillosa recomendada a todo el mundo, haciendo que sea imprescindible su visionado. No hay duda que todavía se nos quiere presentar nuevos mundos a través de la animación, cogiéndole así más cariño a un film genial, bien elaborado y estructurado.