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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
6
Terror "Colin" está contada desde el punto de vista de un zombi, que trata de entender qué le ha pasado. (FILMAFFINITY)
6 de noviembre de 2009
22 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es admirable que a estas alturas, con un presupuesto base tan bajo y una idea tan arriesgada se realicen películas como "Colin", pues pese a sus más que visibles limitaciones y a que más de un espectador no conectará del todo por resultar un film que, desde su óptica, juega con el tema que propone habilidosamente, pero consta de pocos diálogos y sigue el bagaje de un zombie por una ciudad tal como suena.
Por suerte, la idea de Marc Price no se queda en la base y decide ir más allá haciendo hincapié en una idea de lo más curiosa: tras la transformación de un zombie, éste se rige por el instinto, no es más que otra bestia sin uso propio de razón que busca alimentarse y, por tanto, las consecuencias de sus acciones están regidas por la propia naturaleza de un ser que actúa como le mandan sus propios códigos, sin embargo, y al otro lado, el humano se recrea en su hazaña y, no contento con sacar también parte de su propia naturaleza en forma de sentimientos como la ira, la vehemencia o el pavor más visceral ante la presencia del zombie, decide actuar como si no fuese más que otro juego que el humano ha creado, y el humano debe destruir, jugando en parte a ser Dioses dentro de unas circunstancias que son mucho más graves teniendo en cuenta las actuaciones vistas.

Además de todo ello, Marc Price sabe emplear los recursos suficientes para que, desde la perspectiva del zombie sepamos qué ha acontecido en la ciudad: usa lo justo y contado para informar al espectador y desde recortes de periódico pegados en una ventana hasta la captura del zombie Colin en un momento del film sirven para relatar, ya no sólo la historia del propio protagonista (zombificado en este caso), sino también del virus que ha asolado el lugar donde acontece toda la acción.

El culmen de la obra, con la utilización de una herramienta de lo más adecuada, nos deja inmersos en un mar de calma, y nos ofrece el momento exacto para que podamos así conocer más datos sobre Colin que, anteriormente, no conocíamos, y hace de éste film no sólo una nueva reflexión dentro del mondo zombie, sino también un inteligentísimo film que, con todas sus restricciones sabe echar algo de luz sobre el género y dejar tras de sí un talento que, si sigue por este camino, puede ofrecer sorpresas, más de las que uno esperaría encontrar en el panorama en pleno siglo XXI.
Grandine
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