Punto y final a una saga bastante peculiar, con un nivel regular a la par que mediocre, pero que mejora levemente en la primera parte del final y significativamente en esta película, el verdadero final.

No desaparecerán las clásicas ñoñerías amorosas, pero por fin se mantendrán a un nivel lógico, sin abusar ni exaltar nada.

Por fin tendremos una perspectiva más completa de la visión y sensaciones de un vampiro en primer plano, seremos como Bella, aprendiendo junto a ella.
Y mención especial también a la aparición en algún momento del humor, algo inexistente en la saga.

Se profundizará en la historia y habilidades de la pequeña Renesme y conoceremos muchas caras nuevas, algo bastante interesante independientemente de que nos guste o no la estética y forma de ser de los vampiros en esta saga.

Pero lo mejor, lo que resalta un par de escalones por encima del resto a esta película son los minutos finales.
Impresionantes, reveladores, crudos, dinámicos, vistosos... Son solo algunos de los calificativos para quizás el mejor momento de toda la saga.