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Voto de Ferdydurke:
5
2009
5,3
12.845
Ciencia ficción. Terror. Acción. Thriller
En el año 2019, a causa de una plaga, los vampiros se han adueñado del mundo. La caza de seres humanos para alimentarse de su sangre pondrá a la humanidad al borde de la extinción; pero un grupo compuesto de hombres y vampiros decide luchar para salvar a los pocos supervivientes de la raza humana y también para hallar otra forma de alimentarse y sobrevivir. (FILMAFFINITY)
9 de enero de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rayos solares. Sol y sombra.
Lógicamente, interesa mucho más, dónde va a parar, no hay color ni punto de comparación, la parte vampírica sombría insomne noctámbula que la luminosa humana que aburre hasta a las ratas, por eso el primer pulso coso oscuro rato es hermoso, agujero negro, y después derrenga, desencaja, destempla, se cae a pedazos. La brillantez asoma por todas partes en su primera mitad a pesar de esos efectos modernos tan metálicos e impersonales, que para atrás te echan como los ajos o los crucifijos, dios me libre, tengo la camisa negra, vade retro, pero hay detrás alguien (o varios, los hermanos dalton) con cabeza y criterio en el montaje de las escenas y en la puesta a punto de diversas/variopintas/pintonas ideas, pero lo de siempre, lo previsto y anunciado/esperado, fuego de racimo, le pierde su afán de dar vueltas y revueltas para nada como a una noria a un guion que no necesitaba de conflictos tan obvios/básicos maniqueos o giros tan retorcidos para mantener su original impronta primera, esa creación de un mundo al revés tan poderoso siniestro, aunque es cierto que la última vuelta de tuerca en cierta forma cierra el círculo a la contra de la única posible buena sorprendente manera, la paradoja de tu antinomia es mi contranatura, joda, la pescadilla que se muerde la cola, un pasito pa' lante, María, un pasito pa' atrás, figura, muerde, chupa.
Lógicamente, interesa mucho más, dónde va a parar, no hay color ni punto de comparación, la parte vampírica sombría insomne noctámbula que la luminosa humana que aburre hasta a las ratas, por eso el primer pulso coso oscuro rato es hermoso, agujero negro, y después derrenga, desencaja, destempla, se cae a pedazos. La brillantez asoma por todas partes en su primera mitad a pesar de esos efectos modernos tan metálicos e impersonales, que para atrás te echan como los ajos o los crucifijos, dios me libre, tengo la camisa negra, vade retro, pero hay detrás alguien (o varios, los hermanos dalton) con cabeza y criterio en el montaje de las escenas y en la puesta a punto de diversas/variopintas/pintonas ideas, pero lo de siempre, lo previsto y anunciado/esperado, fuego de racimo, le pierde su afán de dar vueltas y revueltas para nada como a una noria a un guion que no necesitaba de conflictos tan obvios/básicos maniqueos o giros tan retorcidos para mantener su original impronta primera, esa creación de un mundo al revés tan poderoso siniestro, aunque es cierto que la última vuelta de tuerca en cierta forma cierra el círculo a la contra de la única posible buena sorprendente manera, la paradoja de tu antinomia es mi contranatura, joda, la pescadilla que se muerde la cola, un pasito pa' lante, María, un pasito pa' atrás, figura, muerde, chupa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Geométrica progresivamente humanos todos ahora serán de nuevo hasta que, una vez hayan desaparecido los vampiros, ni uno vivo o sin ser convertido, llegue de nuevo la noche y se cambien las tornas y se hagan dueños del cotarro otra vez los seres del abismo, los ávidos chupópteros, toma y daca, hasta que salga el sol por antequera y aparezca la aurora o la alborada, el rocío de la mañana y los humanos vuelvan a las andadas y los pobres chupasangres..., tira y afloja, tiro porque me toca, tiki taka, del caño al coro y del coro al caño, tú a Pinto y yo a Valdemoro, vuelta a empezar el cuento de nunca acabar.
Quizás daba más para una serie y este sería solo el episodio piloto ya que hay ciertas situaciones que se resuelven con demasiada prisa o celeridad y que necesitarían de un mayor tiento y cautela, control, mimo, pienso ahora, por ejemplo, en el momento en el que encuentran la cura, todo ese proceso está hecho a la carrera, no resulta nada serio ni creíble el descubrimiento que me quemo, algo tan complicado y decisivo y tremendo que se arregle en dos segundos y un meneo.
El cine, claramente, es un arte bastardo arrebatado (la mayoría de las veces arrebatada y arrebatadoramente malo, eso es cierto, por qué no decirlo), sea, vampírico, crónicas vampíricas, solo los Nosferatu, los murciélagos de veras, los Marcellos pueden apreciarlo/disfrutarlo en su justa medida, por eso hay tantísimos, la inmensa multitud o muchedumbre, que no entienden ni papa, no catan nada, porque son diurnos, los pobres, los benditos, gentes de provecho y respeto, humanos, demasiado humanos, horrorosos, con/ciencia en la sesera, con magín y seso, con claridad de ideas, madrugadores y tentetieso, trabajadores honestos, honrados ciudadanos, proveedores, ar/botantes, nada, que no se enteran, de la misa la media, que nos dejen, por todo ello, a los drogadictos y desgraciados, vagos y maleantes, mala gente, perdularios, al río de perdidos, ejércitos de la noche, bohemios, titiriteros, infiernos, surferos lácteos, sandungueros, egregios, energúmenos, majaderos, mamarrachos, personajes, raros, psicotrónicos, bueno, ablandabrevas, ahí os dejo, en la estacada, que el sol ya apunta maneras de nuevo y esto se va a convertir en un puto jodido engendro, primaveras, por ahí, en cualquier atroz antro, ínclito garito o espinoso espacio si hay suerte nos veremos o encontraremos, hermanos, angelotes, mansos, sanos, manzanas, sombras y niebla, eso.
Quizás daba más para una serie y este sería solo el episodio piloto ya que hay ciertas situaciones que se resuelven con demasiada prisa o celeridad y que necesitarían de un mayor tiento y cautela, control, mimo, pienso ahora, por ejemplo, en el momento en el que encuentran la cura, todo ese proceso está hecho a la carrera, no resulta nada serio ni creíble el descubrimiento que me quemo, algo tan complicado y decisivo y tremendo que se arregle en dos segundos y un meneo.
El cine, claramente, es un arte bastardo arrebatado (la mayoría de las veces arrebatada y arrebatadoramente malo, eso es cierto, por qué no decirlo), sea, vampírico, crónicas vampíricas, solo los Nosferatu, los murciélagos de veras, los Marcellos pueden apreciarlo/disfrutarlo en su justa medida, por eso hay tantísimos, la inmensa multitud o muchedumbre, que no entienden ni papa, no catan nada, porque son diurnos, los pobres, los benditos, gentes de provecho y respeto, humanos, demasiado humanos, horrorosos, con/ciencia en la sesera, con magín y seso, con claridad de ideas, madrugadores y tentetieso, trabajadores honestos, honrados ciudadanos, proveedores, ar/botantes, nada, que no se enteran, de la misa la media, que nos dejen, por todo ello, a los drogadictos y desgraciados, vagos y maleantes, mala gente, perdularios, al río de perdidos, ejércitos de la noche, bohemios, titiriteros, infiernos, surferos lácteos, sandungueros, egregios, energúmenos, majaderos, mamarrachos, personajes, raros, psicotrónicos, bueno, ablandabrevas, ahí os dejo, en la estacada, que el sol ya apunta maneras de nuevo y esto se va a convertir en un puto jodido engendro, primaveras, por ahí, en cualquier atroz antro, ínclito garito o espinoso espacio si hay suerte nos veremos o encontraremos, hermanos, angelotes, mansos, sanos, manzanas, sombras y niebla, eso.