El más espectacular de los directores chinos actuales se descolgó hace dos años con esta "rareza" de pequeño formato para consumo interno. Con la estructura de un vodevil: pocos personajes, puertas que se "abren y cierran" y muchos equívocos Yimou revisita la cinta de los Coen "Sangre fácil" construyendo un divertimento en clave china (los personajes cómicos beben de tipos del teatro chino clásico) donde el humor negro y los caprichos del destino juegan con unos personajes convertidos en marionetas. Nada que ver con la cinta de los Coen a la hora de provocar en el espectador un mínimo de tensión o intriga. Tampoco creo que Yimou se lo propusiera. No por ello deja su particular sello estético con una cuidada producción, excelente fotografía que aprovecha de forma inmejorable el entorno desolado y bello donde se encuentra la posada-escenario en la que transcurren los hechos y su habilidad para narrar con brillantez este cuento chino.
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