Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with RoRo Nereus
0
Listas
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de RoRo Nereus:
10
Voto de RoRo Nereus:
10
8,4
111.402
Terror. Intriga. Thriller
Marion Crane, una joven secretaria, tras cometer el robo de un dinero en su empresa, huye de la ciudad y, después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño y apartado motel de carretera regentado por un tímido joven, Norman Bates, que vive en la casa de al lado con su madre. (FILMAFFINITY)
20 de diciembre de 2024
20 de diciembre de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alfred Hitchcock, conocido como el "Maestro del Suspenso", consolidó su legado con Psycho (1960), una obra maestra que revolucionó el cine de terror y suspenso. Más allá de su trama ingeniosa y sus giros inesperados, la película destaca por el uso innovador de la cámara, la poderosa banda sonora de Bernard Herrmann y un diseño gráfico que atrapa desde los primeros segundos.
La cámara como espectador activo
En Psycho, la cámara trasciende su función habitual para convertirse en un testigo omnipresente y cómplice. Hitchcock utiliza ángulos, movimientos y encuadres cuidadosamente calculados para situar al espectador en una posición incómodamente íntima con los personajes. Desde la famosa escena de la ducha, donde los cortes rápidos y los primeros planos fragmentan la violencia, hasta los planos largos que exploran la misteriosa casa Bates, la cámara guía nuestra percepción, haciéndonos partícipes de la historia. Este enfoque no solo aumenta la tensión, sino que también nos confronta con nuestros propios miedos y voyeurismo.
La banda sonora: un grito de cuerdas
La música de Bernard Herrmann es inseparable de la experiencia de Psycho. Sus icónicos violines agudos, particularmente en la escena del asesinato en la ducha, actúan como un segundo narrador que intensifica las emociones y el terror. Herrmann optó por una orquesta de cuerdas para crear un sonido austero pero penetrante, subrayando el tono oscuro y psicológico de la película. La banda sonora no solo acompaña, sino que eleva cada escena, convirtiéndose en un elemento fundamental del suspenso.
Diseño gráfico: una entrada inolvidable
El diseño de los créditos iniciales, creado por Saul Bass, es una obra maestra en sí misma. Con líneas que se cruzan y descomponen, Bass refleja visualmente los temas de fragmentación y dualidad presentes en la película. Este enfoque minimalista pero impactante establece desde el principio un tono de inquietud, mientras que la tipografía sólida y las animaciones precisas capturan la atención del espectador. Es un ejemplo perfecto de cómo el diseño gráfico puede ser una extensión del lenguaje narrativo.
Conclusión
Psycho no es solo una película; es una experiencia cinematográfica que redefine las posibilidades del medio. Hitchcock transforma cada elemento —desde la cámara hasta la música y los créditos iniciales— en herramientas narrativas que elevan la película más allá de su historia. Es un clásico atemporal que sigue siendo estudiado, celebrado y admirado por generaciones de cineastas y amantes del cine.
La cámara como espectador activo
En Psycho, la cámara trasciende su función habitual para convertirse en un testigo omnipresente y cómplice. Hitchcock utiliza ángulos, movimientos y encuadres cuidadosamente calculados para situar al espectador en una posición incómodamente íntima con los personajes. Desde la famosa escena de la ducha, donde los cortes rápidos y los primeros planos fragmentan la violencia, hasta los planos largos que exploran la misteriosa casa Bates, la cámara guía nuestra percepción, haciéndonos partícipes de la historia. Este enfoque no solo aumenta la tensión, sino que también nos confronta con nuestros propios miedos y voyeurismo.
La banda sonora: un grito de cuerdas
La música de Bernard Herrmann es inseparable de la experiencia de Psycho. Sus icónicos violines agudos, particularmente en la escena del asesinato en la ducha, actúan como un segundo narrador que intensifica las emociones y el terror. Herrmann optó por una orquesta de cuerdas para crear un sonido austero pero penetrante, subrayando el tono oscuro y psicológico de la película. La banda sonora no solo acompaña, sino que eleva cada escena, convirtiéndose en un elemento fundamental del suspenso.
Diseño gráfico: una entrada inolvidable
El diseño de los créditos iniciales, creado por Saul Bass, es una obra maestra en sí misma. Con líneas que se cruzan y descomponen, Bass refleja visualmente los temas de fragmentación y dualidad presentes en la película. Este enfoque minimalista pero impactante establece desde el principio un tono de inquietud, mientras que la tipografía sólida y las animaciones precisas capturan la atención del espectador. Es un ejemplo perfecto de cómo el diseño gráfico puede ser una extensión del lenguaje narrativo.
Conclusión
Psycho no es solo una película; es una experiencia cinematográfica que redefine las posibilidades del medio. Hitchcock transforma cada elemento —desde la cámara hasta la música y los créditos iniciales— en herramientas narrativas que elevan la película más allá de su historia. Es un clásico atemporal que sigue siendo estudiado, celebrado y admirado por generaciones de cineastas y amantes del cine.