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Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
7
Thriller. Terror Esta obra fragmentaria, que carece de diálogos, penetra en la vida de una niña que es observada por el ojo de una cerradura. Film experimental y de impecable factura que avanza a golpe de sensaciones, siempre filmadas a flor de piel. (FILMAFFINITY)
11 de noviembre de 2010
21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo definir "Amer", si es que se puede? Bueno, pues si cruzáramos un híbrido entre el cine de Bava, Fulci o Argento y las paranoias estéticas de David Lynch o Buñuel, el resultado se acercaría bastante a esto. Un ejercicio fascinante y extremo en tres capítulos en los que no parece haber unión argumental explícita, aún compartiendo una misma protagonista a través de tres edades. Mediante panorámicas alucinatorias, primerísimos planos y un montaje psicotrópico, los directores belgas nos inmersionan en una obsesiva deconstrucción del giallo repleto de locura, sensualidad y sadismo.

En su primer tramo, el mejor, asistimos a un angustioso velatorio en una mansión en la que una niña es acechada por la que parece ser la anciana viuda, ¿su abuela?, padeciendo el terror a ser observada y perseguida. A su vez descubre a sus padres en la cama, en un impactante primer contacto con la libido, de manera que sexo y muerte quedan asociados indefectiblemente en su psique, como veremos más adelante. La angustiosa respiración de la acosadora, el ojo que observa tras la cerradura, los colores primarios saturados, el cadáver agarrotado, la sal que corta las rodillas... una conjugación de elementos que crean un fresco turbador que se pega a la retina por lo pesadillesco que resulta.

En el segundo, estéticamente igual de fascinante pero sin un fondo terrorífico que le otorgue la fuerza del anterior, la niña es ahora adolescente y la vemos paseando acompañada por su controladora madre. Con un juego de gestos, miradas, pezones erectos, minifaldas que se destapan al viento y exhalaciones entrecortadas, ella se revela ante los hombres (el tendero, el niño futbolista, los motoristas) como objeto y sujeto activo del deseo, reprimido por su progenitora...

Hasta llegar al tercero, el giallo propiamente dicho, en el que la protagonista es ya mujer y se ve asediada mortal y sexualmente por un sádico con guantes de matadero y cuchilla de afeitar. Aquí las fronteras se desdibujan, las identidades se confunden y entremezclan, dando lugar a un festival de puro e inexplicable horror sensorial.

Eros y Thanatos interrelacionados en un calidoscopio extremo que no puede sino provocar reacciones de lo más diversas; el que se aferre a una concepción de narrativa académica convencional, y necesite racionalizar todo lo que ve, que se olvide de este ¿film?, pues es más cercano al llamado "videoarte" que al celuloide propiamente dicho. No suelo defender experimentos impenetrables, pues me revienta la pedantería del discurso de muchos autoproclamados como artistas "diferentes" o desbaratadotes de géneros; también entiendo perfectamente que muchos la encuentren un coñazo críptico insufrible, pero creo que por la increíble capacidad fascinatoria que provoca su carga onírica y su terrible belleza plástica, es una cinta apabullante y digna de admirar. Sólo para valientes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
RandolphCarter
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