Me parece que alguien nos ha dado gato por liebre.
El oficio del cine sirve para contar cosas a través de imágenes, siguiendo un hilo argumental. Esto es difícil.
Grabar y montar secuencias en base a recuerdos en una casa de verano idílica, junto a unas niñas y sus padres, cual documental, es algo que lo hace cualquiera y, además no le suele interesar a nadie. Esto no es cine, es un ejercicio personal de manejo de cámara, cual trabajo o documento gráfico de estudio del medio.
Ni los trabajos de carrera de estudiantes "amateur" son tan pobres y patéticos como este triste documento.
Penoso pseudofilm alabado y aclamado por la crítica y que recibió, incomprensiblemente, premios de importancia.