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España España · Crystal Lake
Voto de Biopunk:
8
Drama Relato de los últimos días de vida del realizador James Whale, autor de Frankenstein. En principio su única compañía en esos momentos es su ama de llaves, pero pronto entabla relación con su nuevo jardinero, un apuesto joven al que confía su historia en el Hollywood de los años 30 y por el que se sentirá irresistiblemente atraído. (FILMAFFINITY)
25 de septiembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es toda una experiencia. Yo no sabía de que iba, me pilló totalmente por sorpresa, pero es una maravilla. Narra los (posibles) últimos días de James Whale, director recordado especialmente por las primeras dos películas de Frankenstein, abiertamente gay (en aquella época... lo que provocaba el rechazo de la industria para la que trabajaba) y que terminó sus días atormentado por una pérdida de sus capacidades cerebrales que le conducirían al suicidio.

La historia va mucho más allá de narrar esos días. Es una profunda reflexión sobre la soledad y la amistad, sobre la vida y la muerte, la depresión, la guerra, los recuerdos... Todo comienza con la toma de contacto del anciano con su nuevo jardinero, al que pide poder dibujarlo. Al anciano lo asaltan los recuerdos, no puede evitarlo, y son los recuerdos de la guerra los que vienen a su cabeza. Nota como pierde facultades, como los momentos más tristes de su vida protagonizan sus pensamientos, como el talento que tenía se va, y como todo empeora cada día. El jardinero, por su parte, es un ex-marine sin muchas aspiraciones, pero fascinado por poder aprender de alguien que es un artista de verdad, que ha llegado a algo en la vida.

En las sesiones de pintura se irá labrando una amistad fruto de la necesidad. Se evocan historias pasadas, se intercalan imágenes del propio Frankenstein (haciendo un paralelismo del monstruo con el creador, con esa terrible soledad), se recurre a escenas que representan necesidades, pensamientos o deseos, y todo fluye hacia un un intenso clímax final, que te dejará pensando hasta mucho después de que los títulos de crédito hayan terminado.

Ian McKellen hace una fabulosa interpretación de principio a fin, pero no menos admirable es Brendan Fraser, un actor mucho más limitado y encasillado, que quizás tenga aquí su mejor trabajo en un papel poco común en él y donde saca lo mejor de sí.

De estilo poético, si logras dejarte llevar por completo será una gran experiencia cinematográfica.
Biopunk
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