Media votos
4,9
Votos
893
Críticas
893
Listas
8
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Biopunk:
5
5 de septiembre de 2017
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oz Perkins parece decantarse por un estilo de terror independiente, muy pausado y simbólico, personal y poco comercial.
La historia gira en torno a tres mujeres de las que apenas tenemos datos. Todas ellas sirven, de una forma u otra, como ejemplos del tema central: la soledad entristece el alma y, poco a poco, va pudriendo aquello que una vez fue bonito. Es una película sombría, muy pausada, que busca transmitir soledad y tristeza y, como tal, está dirigida a un reducido grupo de espectadores que, además de ser capaces de identificarse con esos sentimientos, deben ver la película en la intimidad, como si leyesen un relato de fantasmas en una habitación vagamente iluminada, justo antes de dormir.
Las imágenes son bellas, los encuadres y delicados movimientos de la cámara resaltan la inconmensurable soledad de la casa, casi asfixiante, en la cual la protagonista ve pasar días vacíos, cuidando a la anciana escritora sin familia ni amigos, con la que apenas puede mantener una conversación y que encima insiste en llamarla ‘Polly’. A la par vamos descubriendo la historia del fantasma de una mujer que aparece en la novela más famosa de la escritora, otra historia de soledad y tristeza de un ente olvidado incapaz de abandonar el lugar, y que ni siquiera recuerda su muerte.
En su mayor parte somos guiados por una voz en off, una técnica que personalmente no me gusta nada, aunque he de decir que en esta ocasión uno termina por dejarse llevar por la susurrante voz de Lily (a veces relevada por la joven Blum y Polly), y creo que sirve para envolverte en esa sensación de cuento melancólico.
La historia gira en torno a tres mujeres de las que apenas tenemos datos. Todas ellas sirven, de una forma u otra, como ejemplos del tema central: la soledad entristece el alma y, poco a poco, va pudriendo aquello que una vez fue bonito. Es una película sombría, muy pausada, que busca transmitir soledad y tristeza y, como tal, está dirigida a un reducido grupo de espectadores que, además de ser capaces de identificarse con esos sentimientos, deben ver la película en la intimidad, como si leyesen un relato de fantasmas en una habitación vagamente iluminada, justo antes de dormir.
Las imágenes son bellas, los encuadres y delicados movimientos de la cámara resaltan la inconmensurable soledad de la casa, casi asfixiante, en la cual la protagonista ve pasar días vacíos, cuidando a la anciana escritora sin familia ni amigos, con la que apenas puede mantener una conversación y que encima insiste en llamarla ‘Polly’. A la par vamos descubriendo la historia del fantasma de una mujer que aparece en la novela más famosa de la escritora, otra historia de soledad y tristeza de un ente olvidado incapaz de abandonar el lugar, y que ni siquiera recuerda su muerte.
En su mayor parte somos guiados por una voz en off, una técnica que personalmente no me gusta nada, aunque he de decir que en esta ocasión uno termina por dejarse llevar por la susurrante voz de Lily (a veces relevada por la joven Blum y Polly), y creo que sirve para envolverte en esa sensación de cuento melancólico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Lily es la bonita criatura que llega a la casa para cuidar a la escritora, la cual casi parece un mueble más. Su relato es una forma de pasar el tiempo en una estancia marcada por la ausencia de compañía. Su miedo a las historias de terror se convertirá en una fascinación mortal, condenada a vagar para siempre entre aquellas cuatro paredes con la esperanza de ‘verla una vez más’.
Iris Blum es la bonita criatura que vive en la casa, o al menos lo fue una vez. Ella es la imagen de cómo la soledad consume la vida. Su obsesión por la historia del fantasma y querer conocer su final la ha llevado a permanecer para siempre entre aquellas cuatro paredes, hasta el punto de ser el fantasma su única compañía, al menos hasta que la desdichada Polly decidió alejarse, completando su soledad.
Polly es la bonita criatura que vivió en la casa, aunque no viviese ni por un día. Probablemente no entendiendo su despiadada muerte, llegó a olvidarla a pesar de ser lo que la sentenció para siempre a formar parte de esas cuatro paredes. Al principio buscaba compañía, alguien con quien compartir sus recuerdos, pero la soledad la fue pudriendo poco a poco, y empezó a dar la espalda tantas veces que sus pies llegaron a mirar al lado equivocado. Ahora, cuando entra en alguna de las habitaciones, podrás ver que lo hace de espaldas. Eso, si se deja volver a ver.
Iris Blum es la bonita criatura que vive en la casa, o al menos lo fue una vez. Ella es la imagen de cómo la soledad consume la vida. Su obsesión por la historia del fantasma y querer conocer su final la ha llevado a permanecer para siempre entre aquellas cuatro paredes, hasta el punto de ser el fantasma su única compañía, al menos hasta que la desdichada Polly decidió alejarse, completando su soledad.
Polly es la bonita criatura que vivió en la casa, aunque no viviese ni por un día. Probablemente no entendiendo su despiadada muerte, llegó a olvidarla a pesar de ser lo que la sentenció para siempre a formar parte de esas cuatro paredes. Al principio buscaba compañía, alguien con quien compartir sus recuerdos, pero la soledad la fue pudriendo poco a poco, y empezó a dar la espalda tantas veces que sus pies llegaron a mirar al lado equivocado. Ahora, cuando entra en alguna de las habitaciones, podrás ver que lo hace de espaldas. Eso, si se deja volver a ver.