Si te gusta Eurovision te va a encantar. Primero, por los cameos; segundo porque han casi acertado con la esencia. ¿Por qué casi? Porque es made in USA. Porque lo que la hace tan divertida, que es la mirada confundida de los americanos hacia Eurovisión, también la hace un poco sosa, un poco falta de alma. Roza la parodia. Creo que Will Ferrell es un error, pero Rachel un tremendo acierto. Podrían haber cogido más actores europeos. Pero me he reído de principio a fin y me ha dado ese sentimiento de tradición anual que tiene el festival, como de reunirte con la familia lejana de la que no sabes mucho pero te caen bien y luego te olvidas, hasta la siguiente vez.