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Voto de Alfred Kralik:
8
6,0
71
Drama
Juvenal es conductor de metro en Belo Horizonte, Margo controla el flujo de trenes. Ambos viven en un estado de profunda soledad, cada cual a su manera. Esta película es una reflexión sobre las diferentes formas de la soledad y la amistad en el universo urbano de Brasil. (FILMAFFINITY)
17 de abril de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poesía visual.
El relato homónimo de Poe, sobre el que los autores de la película aseguran haber realizado una adaptación libre, se presta a diversas interpretaciones. Sobre lo único en que parecen coincidir todos los que han llevado a cabo dicho empeño es en que el mensaje que contiene gira alrededor de la dicotomía multitud-soledad.
Con la película sucede lo mismo, aunque el mensaje aquí se transmite casi exclusivamente de forma gráfica en lugar de literaria. No hay prácticamente diálogos, solo la letra del par de canciones de la banda sonora es aún más explicita que las imágenes.
El formato cuadrado contribuye a sentir que no estamos viendo sino inspeccionando lo que ocurre al otro lado de un ventanuco; de una mirilla. Solo con que el formato hubiera sido algo redondeado; redondo del todo, nos parecería mirar a través de un catalejo o un microscopio. Escudriñamos, como en el relato a la par que escudriña el narrador.
Juvenal es un diligente conductor del metro, es un muermo, pero su aspecto tranquilo y bonachón, como un profeta o un predicador, transmite relax y paz. Necesita sentirse rodeado del "calor" de la multitud y observarla, pero manteniendo la suficiente distancia como para no "quemarse". Un detalle: sube en un autobús prácticamente vacío, y va con paso decidido a sentarse en el asiento de al lado del otro único pasajero.
De modo que cuando está con ella; una bonita mujer, no hay ni una pequeña muestra de sentir algo de atracción por sus encantos y, aunque es un tópico, no hay nada que resulte tan atractivo para una mujer como esa cierta indiferencia.
Margó, una superior de Juvenal, es controladora del metro, está al día en tecnología informática y su tiempo libre lo dedica casi en exclusiva a ella. De hecho, aparece con una férula en la muñeca probablemente por una tendinitis debida al abuso del teclado y el ratón. Se va a casar y a su pareja la ha conocido a través de un chat.
A partir de aquí, según mi criterio, se acaba lo que pueden haber adaptado del relato de Poe y comienza el propio relato cinematográfico. Sigo en el spoiler.
El relato homónimo de Poe, sobre el que los autores de la película aseguran haber realizado una adaptación libre, se presta a diversas interpretaciones. Sobre lo único en que parecen coincidir todos los que han llevado a cabo dicho empeño es en que el mensaje que contiene gira alrededor de la dicotomía multitud-soledad.
Con la película sucede lo mismo, aunque el mensaje aquí se transmite casi exclusivamente de forma gráfica en lugar de literaria. No hay prácticamente diálogos, solo la letra del par de canciones de la banda sonora es aún más explicita que las imágenes.
El formato cuadrado contribuye a sentir que no estamos viendo sino inspeccionando lo que ocurre al otro lado de un ventanuco; de una mirilla. Solo con que el formato hubiera sido algo redondeado; redondo del todo, nos parecería mirar a través de un catalejo o un microscopio. Escudriñamos, como en el relato a la par que escudriña el narrador.
Juvenal es un diligente conductor del metro, es un muermo, pero su aspecto tranquilo y bonachón, como un profeta o un predicador, transmite relax y paz. Necesita sentirse rodeado del "calor" de la multitud y observarla, pero manteniendo la suficiente distancia como para no "quemarse". Un detalle: sube en un autobús prácticamente vacío, y va con paso decidido a sentarse en el asiento de al lado del otro único pasajero.
De modo que cuando está con ella; una bonita mujer, no hay ni una pequeña muestra de sentir algo de atracción por sus encantos y, aunque es un tópico, no hay nada que resulte tan atractivo para una mujer como esa cierta indiferencia.
Margó, una superior de Juvenal, es controladora del metro, está al día en tecnología informática y su tiempo libre lo dedica casi en exclusiva a ella. De hecho, aparece con una férula en la muñeca probablemente por una tendinitis debida al abuso del teclado y el ratón. Se va a casar y a su pareja la ha conocido a través de un chat.
A partir de aquí, según mi criterio, se acaba lo que pueden haber adaptado del relato de Poe y comienza el propio relato cinematográfico. Sigo en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Esa curiosidad que ella comienza a sentir por él se va acentuando, de modo que ella no deja de observarlo con creciente interés a través de los monitores de la sala de control. Llegado el momento se atreve a pedirle que sea su padrino de boda, confiesa que es la única persona real que conoce; todos los demás son por Internet: le está diciendo "significas algo para mí". El en principio se niega, presa de timidez, pero, no se sabe con qué ardides, ella termina convenciéndole.
Conoce el lugar donde él vive: un inutilizado local comercial reconvertido en espartana vivienda. No espera visitas habitualmente, solo tiene un vaso (que en otra visita acabará rompiéndose). Él no sabe que hacer con ella allí, no sabe ni donde colocarse o sentarse.
A partir de entonces él, que no dormía demasiado bien, comienza a dormir peor; por primera vez sufre un despiste en su puesto de trabajo. Está agotado. No sabe que le pasa.
Llega el día de la boda que acontece sin pena ni gloria. él, que habitualmente no bebe, coge una medio cogorza y tiene una pesadilla en la que aparecen los dos espalda con espalda como si no se conocieran o estuvieran inevitablemente separados.
Se despierta con los golpes de ella llamando a la puerta. Aparece ella muy arreglada y muy seria (¿boda y separación en la misma jornada?) con una bolsa y un paquete que contiene un lote de vasos. Se ríen de la gracia y ella se aposenta y se asoma al balcón; el puesto de observación de él, mientras éste parece no poder apartar la mirada de ella. No medían más palabras.
¿Es amistad? ¿Es amor? ¿Es, sencillamente, unir en compañía sus dos soledades?
Es poesía visual.
Conoce el lugar donde él vive: un inutilizado local comercial reconvertido en espartana vivienda. No espera visitas habitualmente, solo tiene un vaso (que en otra visita acabará rompiéndose). Él no sabe que hacer con ella allí, no sabe ni donde colocarse o sentarse.
A partir de entonces él, que no dormía demasiado bien, comienza a dormir peor; por primera vez sufre un despiste en su puesto de trabajo. Está agotado. No sabe que le pasa.
Llega el día de la boda que acontece sin pena ni gloria. él, que habitualmente no bebe, coge una medio cogorza y tiene una pesadilla en la que aparecen los dos espalda con espalda como si no se conocieran o estuvieran inevitablemente separados.
Se despierta con los golpes de ella llamando a la puerta. Aparece ella muy arreglada y muy seria (¿boda y separación en la misma jornada?) con una bolsa y un paquete que contiene un lote de vasos. Se ríen de la gracia y ella se aposenta y se asoma al balcón; el puesto de observación de él, mientras éste parece no poder apartar la mirada de ella. No medían más palabras.
¿Es amistad? ¿Es amor? ¿Es, sencillamente, unir en compañía sus dos soledades?
Es poesía visual.