Es obvio que esta segunda parte queda algo por debajo de la primera. No tiene ese halo de misterio, de oscuridad, de sorpresa que sí abundaba en la primera parte. Aun así podemos encontrar en ella gran parte de los ingredientes que cabía esperar: espectaculares coreografías de lucha, una banda sonora adecuada y un ritmo trepidante.

El principal problema de esta película radica en la evolución (o mejor dicho la no evolución) de sus personajes principales. Al contrario que en su predecesora los protagonistas son aquí meras figuras de acción, personajes extraídos del museo de cera completamente engominados e inexpresivos con los que resulta difícil empatizar. Corrijo, Morfeo no aparece engominado, aunque seguramente lo habría deseado.

Si el protagonista de tu película es invencible no pasa nada, puedes hacer que se enfrente a otro tipo de desafíos o que tenga algún tipo de evolución personal. El problema es que las Wachowski no quisieron hacerlo o no supieron cómo hacerlo. Neo se ha convertido en un muñeco de artes marciales que va de un lado a otro porque el resto de personajes se lo van ordenando, como en un videojuego del montón. Le proponen una misión y la cumple. Le proponen la siguiente misión, y vuelve a cumplirla.

Las coreografías de lucha son alucinantes y me atrevería a decir que pocas películas (por no decir ninguna) han alcanzado su nivel. Pero falta algo de emoción, de humanidad, de identificación con los personajes. Sobra charla filosófica, o tal vez no sobra pero obviamente está erróneamente planteada.

Es evidente que las directoras no supieron gestionar el aumento de presupuesto y todos los medios que fueron puestos a su alcance. La película se hace eterna incluso para el mayor admirador de la saga. Parece comenzar bien con una presentación adecuada e intrigante, pero el nudo de la trama se alarga y se alarga y se vuelve a alargar sin que parezca ir a parar a ninguna parte. Y de pronto, abruptamente, termina. No señoras Wachowski, así no se hace.

Así que en resumen como película de acción es extraordinaria, pero tratándose de Matrix podrían haberla llevado un paso más allá. No es una obra maestra como la primera pero cada vez que la veo disfruto casi como la primera vez que la vi. Y eso no es poca cosa.