Media votos
6,7
Votos
1.185
Críticas
21
Listas
10
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de jonan:
10
29 de diciembre de 2007
85 de 106 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo tenía quince años, los mismos que hace de la primera vez que ví, en el cine, “Qué he hecho yo para merecer esto”. El ayuntamiento subvencionaba un ciclo que durante una semana proyectaría todas las películas del aclamado director manchego que, por aquel entonces, estaba a punto de estrenar “Tacones Lejanos”. Gracias a esa iniciativa pude ver en pantalla grande toda la filmografía de Almodóvar hasta “Átame”. Mi cuerpo y mi mente adolescente no daban crédito a aquellas películas diferentes a todo lo que yo había podido ver en el cine hasta el momento. El cine de Almodóvar producía en mí una mezcla de excitación, ansiedad, placer y pasión que me abocó a la fascinación que aún hoy siento por este genio del cine.
Desde entonces, “Qué he hecho yo para merecer esto” sigue siendo, junto a “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, mi película favorita de Almodóvar. Debo repartir este primer puesto entre las dos películas puesto que ambas son geniales y representan, cada una en su género, drama y comedia, el cénit creativo de Almodóvar como director y guionista.
Desde entonces, “Qué he hecho yo para merecer esto” sigue siendo, junto a “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, mi película favorita de Almodóvar. Debo repartir este primer puesto entre las dos películas puesto que ambas son geniales y representan, cada una en su género, drama y comedia, el cénit creativo de Almodóvar como director y guionista.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En “Qué he hecho yo…”, escenas como la del dentista pederasta quedándose con el hijo pequeño de Gloria (Carmen Maura) o las que protagoniza la hija de Kiti Mánver y sus poderes mentales, configuran y dan forma a una historia hiperrealista, tan “hiper” que en un primer momento y si sacáramos las escenas fuera del contexto total de la película nos parecerían sketchs puramente surrealistas. Tras todos esos disparates, tras comprender la desesperación de esa ama de casa interpretada por Carmen Maura que vive una vida donde ya nada tiene valor ni sentido puesto que todos se han marchado, su marido, sus hijos, su madre a la que acaba de despedir en el autobús que la lleva al pueblo… Ya no queda ninguna razón para luchar, no hay ninguna excusa para despertar por la mañana y enfrentarse a una vida de mierda, y el balcón de casa, de pronto, parece tener una verdadera utilidad para saltar y poner fin así a esa rutina tediosa y miserable. Es en ese momento cuando Gloria, con las manos en la barandilla, ve a su hijo pequeño que entra en el edificio, de vuelta de la casa del dentista. Hay una razón para no tirarse por ese balcón; reencontrarse con su hijo, hacerle la merienda y el mal viento se disipa, los demonios de la mente se desvanecen y se ilumina la razón. Una chispita de ilusión y de esperanza en la vida de una mujer que hasta ese preciso momento no pasaba de sentirse igual que un trapo inútil e ignorado.
El final de la película hizo redonda la historia, justificó cada una de sus alocadas e increíbles escenas, me acercó vertiginosamente al personaje de Gloria, y pude tocarla, olerla y sentirla como si fuera a mí a quien abrazaba y no a su hijo. Su realismo me fulminó, neo o no, es un hiperrealismo mágico, pues fascina y hace SENTIR, así, con mayúsculas.
Quince años después de haber visto por primera vez "Qué he hecho yo..." veo “Las noches de Cabiria” y “La Strada”, asignaturas pendientes, y me enamoro de Giulietta Masina como me enamoré de Carmen Maura. Ambas tan payasas, tan frágiles y expresivas. Caricaturas de sí mismas capaces de provocar la carcajada más libre y la congoja más incómoda en el espectador.
¿Por qué le doy el 10 a Almodóvar y no a Fellini? Ambos directores lo merecen, el primero fue el maestro y el segundo el alumno aventajado que perfeccionó y adaptó sus conocimientos a un contexto para mí aún más cercano como espectador. Un Madrid en los '80 periférico como sus personajes, una Maura madre de familia, superhéroe doméstica a la que, sin embargo, nadie agradece sus proezas cotidianas, a alguien le resulta familiar??. "Qué he hecho yo para merecer esto?" es para mi uno de los mejores retratos cinematográficos "made in spain" representando una sociedad, su cultura, una época y un grito de persona que al ser lanzado por una mujer se convierte en grito femenino y feminista.
El final de la película hizo redonda la historia, justificó cada una de sus alocadas e increíbles escenas, me acercó vertiginosamente al personaje de Gloria, y pude tocarla, olerla y sentirla como si fuera a mí a quien abrazaba y no a su hijo. Su realismo me fulminó, neo o no, es un hiperrealismo mágico, pues fascina y hace SENTIR, así, con mayúsculas.
Quince años después de haber visto por primera vez "Qué he hecho yo..." veo “Las noches de Cabiria” y “La Strada”, asignaturas pendientes, y me enamoro de Giulietta Masina como me enamoré de Carmen Maura. Ambas tan payasas, tan frágiles y expresivas. Caricaturas de sí mismas capaces de provocar la carcajada más libre y la congoja más incómoda en el espectador.
¿Por qué le doy el 10 a Almodóvar y no a Fellini? Ambos directores lo merecen, el primero fue el maestro y el segundo el alumno aventajado que perfeccionó y adaptó sus conocimientos a un contexto para mí aún más cercano como espectador. Un Madrid en los '80 periférico como sus personajes, una Maura madre de familia, superhéroe doméstica a la que, sin embargo, nadie agradece sus proezas cotidianas, a alguien le resulta familiar??. "Qué he hecho yo para merecer esto?" es para mi uno de los mejores retratos cinematográficos "made in spain" representando una sociedad, su cultura, una época y un grito de persona que al ser lanzado por una mujer se convierte en grito femenino y feminista.