Es una película basada en la historia real de uno de los atracadores más famosos de los EEUU, tiene el convencimiento de ser como un documental, algunas escenas rodadas como en primera persona y otras en tercera, te evocan a la tesitura de creerte lo que estas viendo. Salvaje como lo era la época que se representa, con todos los detalles, honor, amistad y justicia. Robin Hood y compañía, buenos y malos, malos e inocentes, vidas cruzadas dejando ver que muchas veces hay malos que se convierten en buenos y buenos que se convierten en justicieros por que la ley así funcionaba en esa época.
El guión bien interpretado por una cantidad importante de primeros actores acompañados en segunda línea por otra cantidad de secundarios que elevan a la categoría de obra de teatro por la cantidad de muerte que purula por las 2 horas de metraje. Te hacen falta un par de paquetes de palomitas pero entre la musica, efectos especiales de los tiroteos, guión entrelazado y con escenas que evocan a la facilidad de matar de esos años, no te dejan mirar a otra parte por que te pierdes un poco.