He de admitir que esta película me ha roto los esquemas, no sé muy bien que decir. Me ha maravillado, me ha exasperado, me ha descolocado, me ha sorprendido. Llevan razón aquellos que dicen que es poesía en imágenes, así como también la llevan aquellos que la consideran un timo. Pues sí, esta película puede ser a la vez las dos cosas... Pero lo cierto es que me ha fascinado su belleza, sus preguntas, su mensaje, su visión sobre todo lo que podemos llamar "vida".
"El árbol de la vida" no está dirigida al gran público, para disfrutarla hay que paladearla con tranquilidad, sentir la belleza de cada plano, de sus alegóricas imágenes que se te quedan grabadas en la mente. No hay que esperarse nada de ella, porque es una película única.