Arrancamos en un país de la Unión Soviética. Un disidente se quiere escapar del país con su familia, y finalmente lo consigue con la ayuda de los estadounidenses. Toda la secuencia inicial es una de las tres que más molan, porque está fenomenalmente coreografiada.
En USA, le ofrecen protección y comodidades a cambio de que cuente secretos sobre su país. Entre ellos está el hecho de que ha oído la palabra en clave "Topaz", la cual no se volverá a mencionar hasta el último acto. Los americanos sospechan que en Cuba hay misiles y tal, pero necesitan pruebas.
Un espía francés llamado André es enviado a Nueva York para robar unos papeles de un cubano revolucionario llamado Enrique Parra (cuyo nombre en inglés se pronuncia de forma muy parecida al de Che Guevara); pero en lugar de hacerlo él contrata a un negro fotógrafo dueño de una floristería.
La segunda secuencia que más mola es la del negro tratando de robar los papeles en la embajada cubana de Nueva York sin que él se dé cuenta, porque es puro suspense del que Hitchcock siempre ha sido un auténtico maestro.
Tras recibir los papeles, el francés decide arriesgarse a ir a Cuba para terminar de cumplir su misión. Allí, se encuentra con su contacto, la doble agente Juanita, interés romántico de Enrique Parra, y también amor prohibido de André. Todo lo que acontece en Cuba es la tercera y la mejor de las secciones interesantes, y me hubiera gustado que la película se recreara más en ella. Incluye una aparición de Fidel Castro a través de material de archivo. Después de varias trampas y engaños, André consigue salir del país con la información, pero a expensas de que Parra descubra el doble juego de Juanita y, aunque la sigue amando, la mate para que no sufra las torturas que normalmente se aplican a los traidores. Aquí podía haber terminado perfectamente el filme, en la escena más trágica, intensa y memorable, pero continúa.
Volvemos a hablar con el soviético del principio, y descubrimos que "Topaz" se refiere a un grupo de espías infiltrados en el Gobierno francés, y los 30 y pico últimos minutos del metraje consisten en cómo André ayuda al gobierno estadounidense a desenmascararlos.
Después de muchos líos, el final es extremadamente abrupto. Por lo que he leído, originalmente había un final más largo pero que resultaba más confuso para el público, y Hitchcock y su estudio prefirieron un final más abrupto pero más claro.