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Voto de Pedro Triguero_Lizana:
3
Terror Berlín, antes de la caída del muro. Cuando Marc regresa de un viaje encuentra a su esposa Anna cambiada, muy nerviosa y perturbada. Por fin, le confiesa que tiene una aventura y lo abandona. Marc cae en una terrible depresión que lo lleva casi al borde de la locura. Poco después Marc se entera de que su mujer también ha abandonado a su amante, y la verdad sobre la aventura secreta de Anna se revelará monstruosa.
28 de marzo de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar, señalar que la historia de este film misógino, mareante, nihilista y desquiciado viene a ser un medio del propio Zulawski de exorcizar un divorcio traumático, un poco como ocurría en el caso del David Cronenberg de "Cromosoma 3" (The Brood, 1979).

Dicho esto, a mí "La posesión" no me ha convencido ni me ha gustado. No me convence como drama familiar, ni como crónica de un matrimonio fracasado, ni como horror sobrenatural, ni como narración existencialista, ni como aclamado film de culto multigénero. La relación/transición entre realismo y surrealismo es forzada, las interpretaciones son muy exageradas (resultando aburrida e irritante la sobreabundancia de gritos y berridos), y los giros de guión son casi hilarantes, si no fuera porque estamos ante un film carente de ironía y humor: Sam Neill se entera de que su mujer (Isabelle Adjani) le engaña con otro (Heinz Bennent), y luego, ese triángulo se enriquece cuando el atribulado marido se entera de que su esposa es la amante de un fogoso hombre-pulpo. Las acciones no se explican, y todo sucede porque sí, como en una pesadilla. Todo es un sinsentido y todo en la trama huele a mal rollo, a adicción, a destrucción, autodestrucción y muerte.

Lo más interesante es tal vez el tema del doble: lo mismo que Adjani soluciona sus problemas creando dobles de su marido, con el primer amante, el normal, y el monstruoso (y también con un doble de Neill que aparece por sorpresa), Neill (o más bien el guionista) también crea un doble de su mujer en la figura de la profesora (Adjani de nuevo) de su hijo: la madre irresponsable y loca frente a la (posible) madre sustituta, pero mucho más fiable que la biológica. Curiosa contradicción la de Zulawski: se ama lo que al mismo tiempo se odia...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro Triguero_Lizana
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