Aunque el titulo y/o alguna precipitada informacion que te halla llegado, pueda inducir a pensar que estamos ante una parodia de las películas de superhéroes (mas al estilo de aquella joyita llamada, "Hombres misteriosos 1999" que esas payasadas acabadas en "movie"), nada más lejos de la realidad.

Sí, hay un tipo, Arthur Poppington (Woody Harrelson), al que vemos corto de entendederas, que usa un kit cutre de superhéroe con una "D" pegada sobre el pecho con cinta aislante, un casco con focos de saldillo y una cámara VHS, y como arma principal un bate de beisbol tuneado, se mueve en un artrítico bus para realizar sus justicieras salidas, y tiene su base de operaciones en un viejo y sucio almacén que también usa como vivienda.

Si, sus únicos poderes son la determinación a prueba de golpizas con las que se enfrenta al mal allá donde cree encontrarlo mientras busca al supe villano que él llama "Capitán Industry", búsqueda aparentemente fruto de lo limitado de su inteligencia.

PERO (así en mayúsculas), aunque hasta bien entrado su metraje aparenta ser una película de corte independiente con algún detalle que te hace seguir la trama sin mucho entusiasmo, conociendo las circunstancias que le han llevado ante la psiquiatra judicial (deliciosa Sandra Oh) a través de las repuestas recreadas en imágenes a las preguntas de esta , poco a poco te va atrapando y despertando tu interés, para finalmente emocionarte y conmoverte a partes iguales con esos personajes que giran alrededor de nuestro, ya superhéroe, que al igual que Arthur ya no los vemos como secundarios de opereta, sino como, aunque en algunos de ellos cuasi cartoonescos (Elías Koteas y la mafiosos), seres humanos cargados de duros traumas (Arthur y la prostituta Kat, que encarna de forma excelente la guapa Kat Dennings), y ejemplos de bonhomía y gratitud, (la psiquiatra Sandra Oh, y el desinteresado amigo de Arthur que encarna Michael Kelly).

Sigue en spoiler por falta de espacio: