Mientras que esperaba al avión, allí tirado en el aeropuerto, durmiendo o ya aburrido de estos viajes de avión, saco mi ordenador y busco una película que me haga pasar un buen rato pero sin muchas exigencias y encuentro Torrente, la cuarta parte, la tan esperada.

Es cierto que tenía ganas de verla y saber que iba a ser una gran mierda pero cual es mi sorpresa que tras la segunda y tercera, Torrente ha mejorado.

Torrente cuatro, da lo que promete, una serie de bromas vulgares, un ejemplo de franquista que no se adapta a los tiempos modernos y con bromas muy pesadas pero no muy lejanas de la sociedad española.

Quizás pueda parecer lejana de la realidad, pues no es así, esas conversaciones las he escuchado y varias veces. Parece mentira, pero hay hombres que hablan así y se comportan así, no está nada lejos de la verdad, lo único que aquí Torrente hace una parodia de este tipo de personajes y con un humor que solamente los españoles son capaces de entender, es sin duda, una película muy española.

Santiago Segura dio en el centro de la diana y creó un personaje peculiar y diferente a lo visto, lo han intentado copiar pero solamente Segura puede dar vida a un personaje así.
A veces Segura parece tan real que da hasta miedo el creer que él es así, pero ahí se centra su genialidad, es un tío muy muy profesional y sabe muy bien lo que busca.

Si en las anteriores partes, muchos de los “famosillos” de la sociedad española se querían mostrar en la gran pantalla, ahora se pelean por ello, pues el reparto de la película es genial, no falta nadie, están todos, la mayoría actúan muy mal pero alegran la vista.
Mi gran sorpresa ha sido Kiko Rivera que lo hace bastante bien y no parece un actor amateur, al contrario, lo hace muy muy bien.

Bueno me alegro de haberme reído y bastante pues es eso exactamente lo que buscaba.