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Voto de manulynk:
10

Voto de manulynk:
10
8,1
90.889
Thriller. Intriga. Drama
Benjamín Espósito es oficial de un Juzgado de Instrucción de Buenos Aires recién retirado. Obsesionado por un brutal asesinato ocurrido veinticinco años antes, en 1974, decide escribir una novela sobre el caso, del cual fue testigo y protagonista. Reviviendo el pasado, viene también a su memoria el recuerdo de una mujer, a quien ha amado en silencio durante todos esos años. (FILMAFFINITY)
25 de octubre de 2011
25 de octubre de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película se centra en una historia contada en dos tiempos que corren paralelos, siguendo los pasos del mismo personaje: Benjamín Expósito (Ricardo Darín), un funcionario judicial obsesionado con la resolución de un caso de asesinato. Los hechos tienen lugar en la Argentina peronista, pocos años antes de la dictadura militar argentina, que el realizador elude de forma inteligente y ejemplar, ignorando justamente esos años, para presentarnos, en paralelo, al mismo personaje, ya envejecido intentando atar todos los cabos del asesinato que quedaron inconclusos años atrás.
La historia, negra, oscura y con ciertos tintes pesimistas, sigue ciertos patrones reconocibles del cine negro clásico, no sólo porque la historia mezcla con sutilidad una cierta trama sórdida, de asesinatos y corrupción, sino que ese patrón se extiende a la fotografía, los encuadres, la iluminación, etc. Sólo se echa a faltar cierta ambigüedad moral, aunque no es el propósito del realizador imitar los códigos del cine negro, sino más bien servirse de ellos para contarnos una historia a su manera. Desarrollando una trama profundamente existencial en la que se ven envueltos todos los personajes que aparecen en el film, de una forma o de otra. En este sentido, hay que resaltar también el gran trabajo de los secundarios que ayudan a darle realismo a todo el conjunto.
En el fondo, lo que nos cuenta la película es la historia de una obsesión: la de Benjamín y la de Morales, el marido de la muerta, quienes buscan caminos y motivaciones diferentes para conseguir hacer justicia. Para Morales se trata de “Justicia”, hasta sus últimas consecuencias. Para Benjamín, perfecto conocedor del funcionamiento de la justicia, resolver el caso es como conseguir una especie de clave que acabe por dar sentido a todo, a su existencia, al desempeño de su trabajo, su vida sentimenal, etc.
Se puede observar en el film un importante esfuerzo en cuidar todos los detalles, prácticamente nada queda al azar. Ni siquiera la época en la que se desarrolla la trama, que tiene lugar en un momento de crisis. Crisis política, económica.... y que se acaba reflejando en todos los personajes que retrata (tenemos un funcionario corrupto, otro borrachín, una funcionaria de familia rica, otro de familia pobre, etc). El realizador dibuja de forma excelente este contexto de crisis general de valores, en el que incluso cabe el asesinato. En esta situación y con mucha sutileza, nos están avisando que va llegar a una época oscura. Acontecimientos que están presentes sin que se llegue a mencionarlos de forma explícita en ningún momento.
Aquí el verdadero valor de un film, que habla de muchas cosas pero sin contarlas directamente, y lo hace, como bien sabe hacer Campanella, a través de personas humanas, normales y corrientes, entrañables la mayoría, odiosas algunas, pero nunca mirando por encima de ellas.
La historia, negra, oscura y con ciertos tintes pesimistas, sigue ciertos patrones reconocibles del cine negro clásico, no sólo porque la historia mezcla con sutilidad una cierta trama sórdida, de asesinatos y corrupción, sino que ese patrón se extiende a la fotografía, los encuadres, la iluminación, etc. Sólo se echa a faltar cierta ambigüedad moral, aunque no es el propósito del realizador imitar los códigos del cine negro, sino más bien servirse de ellos para contarnos una historia a su manera. Desarrollando una trama profundamente existencial en la que se ven envueltos todos los personajes que aparecen en el film, de una forma o de otra. En este sentido, hay que resaltar también el gran trabajo de los secundarios que ayudan a darle realismo a todo el conjunto.
En el fondo, lo que nos cuenta la película es la historia de una obsesión: la de Benjamín y la de Morales, el marido de la muerta, quienes buscan caminos y motivaciones diferentes para conseguir hacer justicia. Para Morales se trata de “Justicia”, hasta sus últimas consecuencias. Para Benjamín, perfecto conocedor del funcionamiento de la justicia, resolver el caso es como conseguir una especie de clave que acabe por dar sentido a todo, a su existencia, al desempeño de su trabajo, su vida sentimenal, etc.
Se puede observar en el film un importante esfuerzo en cuidar todos los detalles, prácticamente nada queda al azar. Ni siquiera la época en la que se desarrolla la trama, que tiene lugar en un momento de crisis. Crisis política, económica.... y que se acaba reflejando en todos los personajes que retrata (tenemos un funcionario corrupto, otro borrachín, una funcionaria de familia rica, otro de familia pobre, etc). El realizador dibuja de forma excelente este contexto de crisis general de valores, en el que incluso cabe el asesinato. En esta situación y con mucha sutileza, nos están avisando que va llegar a una época oscura. Acontecimientos que están presentes sin que se llegue a mencionarlos de forma explícita en ningún momento.
Aquí el verdadero valor de un film, que habla de muchas cosas pero sin contarlas directamente, y lo hace, como bien sabe hacer Campanella, a través de personas humanas, normales y corrientes, entrañables la mayoría, odiosas algunas, pero nunca mirando por encima de ellas.