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Voto de Sibila de Delfos:
8
Aventuras. Drama. Bélico. Romance Año 1939. Lady Sarah Ashley (Nicole Kidman) es una aristócrata inglesa frívola y superficial. Un matrimonio sin amor y sin hijos le ha privado de todo lo que que no sea su cuadra de caballos. Convencida de que su marido le es infiel, Sarah viaja desde Londres hasta Darwin, en Australia, para enfrentarse con él. Su guía, Drover (Hugh Jackman), es un ganadero tan tosco como refinada es Sarah. La profunda antipatía que se profesan se ... [+]
28 de diciembre de 2008
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Australia es la película ideal para darse cuenta de cómo ha cambiado el cine y los gustos populares en muy poco tiempo. Una película así, que mezcla aventura, romance y guerra, se habría llevado hace no tantos años todos los Oscar habidos y por haber, la gente habría acudido en masa a los cines para verla y se habría convertido en un clásico. Aparte, habría hecho las delicias de maestros como David Lean o incluso Sergio Leone. Por supuesto, ésto es lo que hubiese ocurrido hasta más o menos los años 60.
Hoy en día, el público ya no está interesado en este tipo de historias, y cuando se interesa, como en el caso de Titanic, se trata de una excepción a analizar profundamente. Los dramas románticos ya no venden como antes (qué le vamos a hacer si ahora los romances que apoya el público son como el de Crepúsculo... en fin). Pero Baz Luhrmann, un señor al que siempre le ha importado bien poco el qué dirán, se propone aquí revitalizar ese cine de sabor clásico, de tarde de domingo, de soñar y de admirarse de los paisajes y decorados. La apuesta, aunque no le sale tan bien como en su obra maestra Moulin Rouge, es bien curiosa y merecedora de ser vista y disfrutada.
Australia, como todo el cine de Luhrmann, ha generado y generará opiniones encontradas. Habrá quien la ame y habrá quien la odie. A mí me ha gustado mucho. Luhrmann, aunque deja de lado sus filigranas visuales previas, filma con una seguridad y un sentido del espectáculo apabullantes. es gracias a él que secuencias como la de la estampida o el bombardeo se convierten en instantes sublimes. Y por supuesto vuelve a mostrar el don que tiene para contar historias de amor, aunque en este caso, y contra todo pronóstico, la de Kidman y Jackman le importa bastante poco. Es el amor entre Sarah Ashley y Nullah, el niño al que da vida Brandon Walters, el que cala en el espectador y le emociona. Hugh Jackman está simplemente impresionante (y de un guapo que tira de espaldas), mientras que Nicole kidman, esa gran afectada por la maldición del Oscar, ofrece todo su repertorio: lo mejor, lo peor y lo intermedio, a juego con las irregularidades de la película.
El problema viene por tres partes. Lo más grave es que los primeros veinte minutos son espantosos, con un sentido del humor absurdo cuya ridiculez se le contagia a Kidman. La película, como digo, es irregular en su interés, y ésto ocurre porque le sobran fácil, esos veinte minutos del principio.
Algún día, Baz Luhrmann comprenderá que no hace falta que todo sea tan largo. Y ese día nos volverá a hacer algo inmenso, como Moulin Rouge. Pero bravo por el viaje a las Antípodas que nos ha regalado.

Lo mejor: Hugh Jackman, Brandon Walters, Nicole Kidman (a ratos) y ese sabor de gran película que desprende por todos sus fotogramas.
Lo peor: Es demasiado larga, demasiado irregular y demasiado perfecta (leer el spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sibila de Delfos
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