Puede que hoy en día ciertos clásicos de Disney se vean un poco anticuados, pasados de moda o incluso ñoños o cursis. La Cenicienta encaja un poco en esa categoría, pero hay que entender que eran otros tiempos, tiempos más ingenuos, más inocentes, recién salido el mundo además de la Segunda Guerra Mundial y con mucha necesidad de algo ligero, optimista y lleno de magia.
Nada que objetar. Es lo que es y como tal es prácticamente perfecta. Para disfrutar en familia. Un cuento de los de antes, fabuloso y lleno de emoción.