Seven es terrible, cierto. Una de las películas más desagradables y sádicas para espectador y personajes que jamás se hayan filmado, seguramente. Cuesta no apartar la vista en muchos momentos, y el psicópata asesino al que da vida un gran Kevin Spacey sin duda provoca pesadillas.
Pero Seven también es uno de los mejores thrillers criminales jamás rodados, y una obra maestra de David Fincher.
Todos los thrillers de elevada violencia y trama policial que vinieron después (Vidas ajenas, El coleccionista de huesos, etc) bebieron sin duda de esta obra fundacional del autor de La red social. Seven es violenta, sí, difícil, aterradora. Pero también es una extraordinaria película, vertebrada sobre un guión fabuloso que va desgranando una a una las sorpresas (y la última es... es... uno de los finales más impactantes de la historia) con inteligencia, desarrollando los personajes y las situaciones con una efectividad única.
Una obra sin mácula con unos Brad Pitt y Morgan Freeman estupendos.

Lo mejor: Todo
Lo peor: Nada