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Voto de Sibila de Delfos:
5
Voto de Sibila de Delfos:
5
5,2
2.286
15 de junio de 2018
15 de junio de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si usted es de esos que no pueden ni ver a los roedores, esta no es una película para usted.
O dicho de otro modo: es perfecta para seguir alimentando su mezcla de asco y miedo hacia las ratas.
Willard no es una gran película como película. Hay escenas que, lejos de dar miedo, resultan hasta algo risibles (el final, sin ir mas lejos, antes del epílogo), está rodada de forma muy telefilmesca (ver la discusión entre Willard y su madre en las escaleras de la mansión, con unos planos extrañísimos) y en honor a la verdad no tiene un gran guión ni unos grandes personajes.
Lo que sí tiene es un nivel de mal rollo impresionante, que es de lo que se trataba. Crispin Glover ya daba miedito cuando era el inofensivo George McFly de Regreso al futuro o el Hombre Delgado de Los ángeles de Charlie, así que imagínenselo como encantador de ratas, cual siniestro flautista de Hamelin. Está sencillamente soberbio, perturbador y lleno de matices. A su lado, las ratas resultan también aterradoras y protagonizan escenas que ponen los pelos de punta (el acecho al gato...brrrrrr). Sólo que estén en pantalla, aunque no hagan nada agresivo, ya es motivo de inquietud para el espectador.
En resumen, una película justita, nada espectacular, pero con un aire malsano muy bien construido.
Lo mejor: Crispin Glover y las ratas. Cuesta decidir quién es más aterrador.
Lo peor: No deja demasiada huella como pieza cinematográfica.
O dicho de otro modo: es perfecta para seguir alimentando su mezcla de asco y miedo hacia las ratas.
Willard no es una gran película como película. Hay escenas que, lejos de dar miedo, resultan hasta algo risibles (el final, sin ir mas lejos, antes del epílogo), está rodada de forma muy telefilmesca (ver la discusión entre Willard y su madre en las escaleras de la mansión, con unos planos extrañísimos) y en honor a la verdad no tiene un gran guión ni unos grandes personajes.
Lo que sí tiene es un nivel de mal rollo impresionante, que es de lo que se trataba. Crispin Glover ya daba miedito cuando era el inofensivo George McFly de Regreso al futuro o el Hombre Delgado de Los ángeles de Charlie, así que imagínenselo como encantador de ratas, cual siniestro flautista de Hamelin. Está sencillamente soberbio, perturbador y lleno de matices. A su lado, las ratas resultan también aterradoras y protagonizan escenas que ponen los pelos de punta (el acecho al gato...brrrrrr). Sólo que estén en pantalla, aunque no hagan nada agresivo, ya es motivo de inquietud para el espectador.
En resumen, una película justita, nada espectacular, pero con un aire malsano muy bien construido.
Lo mejor: Crispin Glover y las ratas. Cuesta decidir quién es más aterrador.
Lo peor: No deja demasiada huella como pieza cinematográfica.