Empezaré diciendo que cuando vi la película en el cine (tenía por entonces 27 años) me impactó por muchas razones, pero, sobretodo, por esos efectos especiales increíbles. No tanto por el tema filosófico, que no veo por ningún lado, ni por que el guión sea nada del otro mundo o aporte algo distinto de lo ya visto en Terminator, por ejemplo.

He de decir que con el paso del tiempo he visto Matrix unas cuantas veces, o más concretamente, me he puesto a verla unas cuantas veces, pero me he dormido siempre, cosa que me ocurrió ayer mismo. Y he llegado a la conclusión de que la película es lo que es por lo que fue. Quiero decir que en su momento resulto un impacto en lo que a efectos y estética visual se refiere, pero, una vez te acostumbras, la película no pasa de ser otra de acción con muchas lagunas de guion, con interpretaciones vacías en su mayoría, y con poco contenido argumental.

Vale que las peleas están bien, pero, repito, la primera vez impacta, siguientes visionados te revelan que se hacen pesadas y largas, más si cabe teniendo en cuenta la cantidad de secuencias a cámara lenta.

Como digo en el título de mi crítica, es como esa ropa de última moda que no aguanta dos veranos. Así y todo creo que merece un aprobado sin discusión, pero sin más. De las secuelas prefiero no comentar, son esos pendientes que a la semana te has cansado de ellos