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6
7,3
59.567
Ciencia ficción. Fantástico. Intriga
Una noche, cerca de su casa, en Indiana, Roy Neary (Richard Dreyfuss) observa en el cielo unos misteriosos objetos voladores. Desde entonces vive tan obsesionado por comprender lo que ha visto que se distancia de su esposa (Teri Garr). Encuentra apoyo en una mujer que también ha sido testigo de los mismos hechos, y juntos intentan encontrar una respuesta al misterio que ha alterado sus vidas. Al mismo tiempo, un nutrido grupo de ... [+]
23 de enero de 2013
85 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he visto “Lincoln”, pero me fío de la crítica de Servadac. Cuando la vea, dentro de algún tiempo, lo haré como hago siempre, libre de prejuicios, aunque me temo que me haré la pregunta de costumbre: ¿Por qué las películas que más me gustan de Steven Spielberg siguen siendo “El Diablo sobre ruedas” y “Tiburón”?
Igual coinciden conmigo: me da la sensación de que Spielberg careció de adolescencia. Esa clase de curiosidad satisfecha, de fascinación por los sabores de la vida que se van descubriendo…, creo que Spielberg pasó directamente de la infancia a la edad adulta y con el paso de los años se me hace evidente que prefiero aquellas películas en las que se comportaba como un niño prodigio sobre las que actúa como un adulto responsable, que son la mayoría. Desde esa perspectiva, es “Encuentros en la tercera fase” la cinta que hace de bisagra del tránsito de un mundo a otro. A partir de esta película Spielberg traza una radical línea en su obra y sitúa a un lado las películas de género, que se toma como un lucrativo divertimento, y las películas serias, que efectivamente se toma muy muy en serio. Para Spielberg la seriedad la da la pompa, provocando comicidad involuntaria; la profundidad la proporciona el énfasis y lo único que consigue es ser banalmente superficial.
Como narrador de corta distancia es espléndido, a veces magistral; como narrador de fondo es errático, desequilibrado, carente de criterio. A mi entender, para dar con lo que considero buen cine hay que rastrear en sus películas serias hasta encontrar trozos que por exigencias del guión están planificados como cine de género: la primera media hora de “Salvad al soldado Ryan” y secuencias aisladas de “El imperio del Sol”, de “War horse” -como la carga de los jinetes, que ningún admirador de David Lean debería perderse- , de “Munich” y de algunas más. Dos películas están algo al margen de esta dinámica, “Inteligencia Artificial” y “La Lista de Schlinder”; en ellas hay novedades que no existen en el resto de su obra, quizás por su extraña gestación en la que intervienen voluntades distintas a la del director.
Igual coinciden conmigo: me da la sensación de que Spielberg careció de adolescencia. Esa clase de curiosidad satisfecha, de fascinación por los sabores de la vida que se van descubriendo…, creo que Spielberg pasó directamente de la infancia a la edad adulta y con el paso de los años se me hace evidente que prefiero aquellas películas en las que se comportaba como un niño prodigio sobre las que actúa como un adulto responsable, que son la mayoría. Desde esa perspectiva, es “Encuentros en la tercera fase” la cinta que hace de bisagra del tránsito de un mundo a otro. A partir de esta película Spielberg traza una radical línea en su obra y sitúa a un lado las películas de género, que se toma como un lucrativo divertimento, y las películas serias, que efectivamente se toma muy muy en serio. Para Spielberg la seriedad la da la pompa, provocando comicidad involuntaria; la profundidad la proporciona el énfasis y lo único que consigue es ser banalmente superficial.
Como narrador de corta distancia es espléndido, a veces magistral; como narrador de fondo es errático, desequilibrado, carente de criterio. A mi entender, para dar con lo que considero buen cine hay que rastrear en sus películas serias hasta encontrar trozos que por exigencias del guión están planificados como cine de género: la primera media hora de “Salvad al soldado Ryan” y secuencias aisladas de “El imperio del Sol”, de “War horse” -como la carga de los jinetes, que ningún admirador de David Lean debería perderse- , de “Munich” y de algunas más. Dos películas están algo al margen de esta dinámica, “Inteligencia Artificial” y “La Lista de Schlinder”; en ellas hay novedades que no existen en el resto de su obra, quizás por su extraña gestación en la que intervienen voluntades distintas a la del director.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ésta es seguramente su película más personal, en la medida en que lo que hace es hablar de sí mismo. Porque, ¿qué es en definitiva “Encuentros en la tercera fase? Pues es la historia de una persona corriente que un día descubre que puede ser excepcional y persigue hasta las últimas consecuencias esa posibilidad. ¿Notan lo significativo que resulta que Richard Dreyfuss- cuya fisonomía parece clonada de la de Spielberg- prefiera relacionarse con los extraterrestres al contacto con el mundo terrenal? La idea de la trascendencia que tiene Spielberg consiste en subirse a una nave espacial.
Desde entonces no ha parado de subirse a esa nave, ya sea para, efectivamente, constatar que los marcianos también tienen alma, para afirmar la fraternidad interracial de su país o para indultar el corazón del buen nazi.
Desde entonces no ha parado de subirse a esa nave, ya sea para, efectivamente, constatar que los marcianos también tienen alma, para afirmar la fraternidad interracial de su país o para indultar el corazón del buen nazi.