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Voto de nel:
6
Voto de nel:
6
6,3
8.206
Drama
Biopic de Lady Di que cuenta la historia de un fin de semana crucial a principios de los años 90, cuando la princesa Diana -de nombre Diana Frances Spencer- decidió que su matrimonio con el príncipe Carlos no estaba funcionando, y que necesitaba desviarse de un camino que la había puesto en primera fila para algún día ser reina... El drama tiene lugar durante tres días, en una de sus últimas vacaciones de Navidad en la Casa de Windsor ... [+]
20 de marzo de 2022
20 de marzo de 2022
1 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lady Di es una persona (y en este caso personaje) completamente magnética, y Larraín y el guionista Steven Knight casi saben sacar partido de ello. En vez de recurrir a una estructura de biopic tradicional, se decide por "crear" ya que estamos ante un relato casi completamente ficticio, un fin de semana en la vida de Diana marcada por su tensión con su marido y el resto de la familia real británica, y acaba funcionando para tocar casi todos los temas que marcaron su vida dentro de la Corona. La cercanía frente a la sobriedad, la bulimia como herramienta de control, el intento de criar a sus hijos de una manera más convencional que la acostumbrada en tal entorno. Son topics de la vida de Diana de los que se ha hablado hasta la saciedad y no por eso dejan de ser menos relevantes o atrayentes, confiando siempre en la empatía del espectador con ella, en que el público medio de clase media-alta sienta pena hacia las ataduras de Lady Di antes que pasión por las formalidades que implican tener tal rol dentro de la Monarquía británica. Esto es importante, porque como todas sus representaciones que se han hecho en el medio audiovisual, el relato no es imparcial ni tiene ninguna intención de serlo; si no estás dispuesto a empatizar con Diana, a apoyarla en su cruzada, no vas a encontrar mucho que disfrutar aquí.
La película funciona como un drama psicológico. Su montaje, incluso el uso de la música (buenísima, por cierto) invita a profundizar en la psique de Diana. No se trata de mostrarla a ella, tampoco su vida como tal, sino que el protagonista acaba siendo su estado mental. El director saca partido de ello con infinidad de close-ups del rostro de Diana, especialmente en los momentos más tensos del filme, y toda esta estructura es una carga que se desmoronaría sin una actriz protagonista a la altura, y vaya si lo está, pero esto ya merece un párrafo aparte.
Kristen Stewart, laureada hasta la saciedad por críticos y en buena parte por el circuito de premios, está excelente. Entiende al personaje, o la versión que de él se hace en el guión, y se mete de lleno en lo que ya he dicho que funciona como un drama psicológico. No hablo ya tanto de caracterización de la persona real (muy lograda también) sino más bien de la profundidad que sabe dar al personaje que interpreta, la complejidad de sus expresiones, los caminos y opciones que toma. No suelo ser gran fan de las interpretaciones más tradicionales de biopic (p.ej. Chastain como Tammy Faye, una de sus competidoras y favoritas para el Oscar) pero en este caso el guión crea un espacio para que Stewart pueda aproximar a Diana desde la sutileza e inteligencia que supone dotar a cada escena de diferentes matices. Creo que no hay un solo plano en el que falte ella, y es una carga con la que cumple de sobresaliente. En definitiva, todo este tinglado se vendría abajo sin ella.
Ahora bien, el principal pecado de la película es la reiteración. Que se trate de un drama psicológico no significa que el guión sea sutil en absoluto. Da vueltas sobre las mismas ideas durante las 2 horas de manera algo cansina, y desde luego muy obvia. Hay escenas que incluso me provocaron vergüenza ajena por la obviedad de la metáfora, no porque necesariamente tengan que ser más efectivas a más sutiles, pero es que están presentadas de una manera tan burda que uno se siente hasta tonto (en spoiler). Se hubiera beneficiado de 90 minutos en lugar de 120, daban de sobra para presentar todo lo que se tenía que decir.
La película funciona como un drama psicológico. Su montaje, incluso el uso de la música (buenísima, por cierto) invita a profundizar en la psique de Diana. No se trata de mostrarla a ella, tampoco su vida como tal, sino que el protagonista acaba siendo su estado mental. El director saca partido de ello con infinidad de close-ups del rostro de Diana, especialmente en los momentos más tensos del filme, y toda esta estructura es una carga que se desmoronaría sin una actriz protagonista a la altura, y vaya si lo está, pero esto ya merece un párrafo aparte.
Kristen Stewart, laureada hasta la saciedad por críticos y en buena parte por el circuito de premios, está excelente. Entiende al personaje, o la versión que de él se hace en el guión, y se mete de lleno en lo que ya he dicho que funciona como un drama psicológico. No hablo ya tanto de caracterización de la persona real (muy lograda también) sino más bien de la profundidad que sabe dar al personaje que interpreta, la complejidad de sus expresiones, los caminos y opciones que toma. No suelo ser gran fan de las interpretaciones más tradicionales de biopic (p.ej. Chastain como Tammy Faye, una de sus competidoras y favoritas para el Oscar) pero en este caso el guión crea un espacio para que Stewart pueda aproximar a Diana desde la sutileza e inteligencia que supone dotar a cada escena de diferentes matices. Creo que no hay un solo plano en el que falte ella, y es una carga con la que cumple de sobresaliente. En definitiva, todo este tinglado se vendría abajo sin ella.
Ahora bien, el principal pecado de la película es la reiteración. Que se trate de un drama psicológico no significa que el guión sea sutil en absoluto. Da vueltas sobre las mismas ideas durante las 2 horas de manera algo cansina, y desde luego muy obvia. Hay escenas que incluso me provocaron vergüenza ajena por la obviedad de la metáfora, no porque necesariamente tengan que ser más efectivas a más sutiles, pero es que están presentadas de una manera tan burda que uno se siente hasta tonto (en spoiler). Se hubiera beneficiado de 90 minutos en lugar de 120, daban de sobra para presentar todo lo que se tenía que decir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cuando Diana se pone a hablar de que es de clase media en el corazón, las obras de teatro y la música que le gusta. Y especialmente el ridículo final donde para demostrar la victoria personal de Diana, al guionista no se le ocurre nada mejor que mostrarla yendo a un drive-thru de KFC. "Wow, fast food, una auténtica emancipación, realmente es como nosotros". Simplemente no funcionan.