Hace un rato que la he visto y aún me dura el mareo por el visionado en la quarta fila de la sala y tanto movimiento videoclipero de cámara tan típico del cine más comercial, aderezado esta vez por toneladas de lujo en un ostentoso hotel de Las Vegas, entre anuncio y anuncio publicitario a lo largo del metraje (yo he contado Dell, Samsung, Ford, Martini... ya se sabe, no Martini no party, ¿eh George?).

Esta vez los chicos de Ocean se ven en la obligación moral de socorrer a un amigo, estafado habilmente por el magnate hotelero Bank (Al Pacino, la nueva aparición) con tal de devolverle la alegría al viejo y de paso sacar tajada arruinando el hotel casino a tan irrespetuoso malvado.

El esquema argumental pues no difiere en demasía de las anteriores entregas, encadenando despropósito tras despropósito y desfachatez tras desfachatez con más o menos fortuna, resultando alguno de los números graciosos, otros indiferentes y naturalmente todos ellos inverosímiles en mayor o menor grado, resultando en conjunto eso si, más o menos entretenidos y digeribles, aunque alguno haya bastante vergonzante.

Como me ocurrió con la segunda entrega de la que apenas recuerdo ya el argumento, este será un fácilmente olvidable producto de entretenimiento que si bien se deja ver, no aporta nada sorprendente ni digno o indigno de ser recordado, caracterizandose en todo momento por la corrección, como la de las interpretaciones, que lejos de ser de aplauso tampoco se puede decir que desmerezcan.

Lo mejor, la cara de estupefacción y la última escena de Andy Garcia como conclusión por su parte al desenlace del golpe de los chicos de Ocean, así como la adicción de más de uno al programa de Oprah. Lo peor es que la misma estructura de guión para una tercera entrega ya se hace muy previsible y no logra sorprender con su efectismo, además de que quizás esta vez las trampas no sean tan espectaculares y el ingenio de los protagonistas se haya visto disminuido.

Correcta en todo momento y poco más, no deja de ser otro espectaculo de fuegos pirotécnicos del cine más comercial que aunque entretiene no aporta nada nueva y se olvida rápidamente.